La decisión de Leite Celta de dejar de recoger desde ayer la producción de 50 granjas de la cooperativa Codegui en el municipio coruñés de Aranga y en los lucenses de Guitiriz, Xermade y Vilalba es uno de los ejemplos de los incumplimientos del acuerdo lácteo firmado en Madrid el pasado septiembre entre el Ministerio de Agricultura y parte del sector. La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, advirtió ayer de que esta empresa tiene un contrato firmado para recoger un volumen de producción y si no lo cumple "no puede estar dentro del acuerdo". De todas formas, instó a las cooperativas a que se fusionen para evitar que se repitan estos casos y apeló al diálogo para buscar una solución. Desde la Xunta estudian "fórmulas" para arreglar el caso pero reconoce que no es fácil porque al consultar con otras empresas se han encontrado con que la mayoría se escudan en que "ya tienen contratos cerrados y no son capaces de absorber más producción".

Vázquez admitió que el acuerdo alcanzado en septiembre "está tardando tiempo en cumplirse". Por eso, reclamó "contundencia, agilidad y trabajo" al departamento que dirige en funciones la ministra Isabel García Tejerina porque -avisó- al campo gallego "no le sirve este periodo de impasse". Y en concreto, demandó la publicación de cesión de precios entre industria y distribución que permita conocer que parte de la cadena alimentaria incumple el acuerdo y se queda con los beneficios que deben repartirse entre todos. La conselleira de Medio Rural considera que este documento es "primordial" para solventar la crisis de precios en el sector y sobre todo para darle "transparencia y estabilidad". La Xunta también pide al Gobierno central que trabaje en el decreto para regular la figura de los primeros compradores que actúan de intermediarios entre ganaderos e industrias. Desde Medio Rural insisten en que "de poco van a servir" las movilizaciones de los productores si no se ven respaldadas con "trabajo".