El proyecto de Ley de patrimonio cultural de Galicia inicia, a partir de este martes, su trámite parlamentario, después de que las enmiendas a la totalidad de BNG, AGE y Mixto fuesen tumbadas por el PPdeG con la abstención del PSdeG.

Esta norma ha sido defendida ante el pleno de la Cámara por el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, quien ha reseñado que "no modifica el nivel de protección" instaurado a partir de la ley vigente, sino que permite "ordenar y planificar mejor" la gestión del patrimonio y "dar más seguridad jurídica" tanto a los bienes a proteger como a los ciudadanos.

Por tanto, según sus propias palabras, se trata de "mejorar la ley" con la experiencia acumulada desde su aprobación por unanimidad en 1995. A este respecto, Rodríguez ha señalado que entre los aspectos a "mejorar" de esa norma está una "importante burocratización" que genera "lentitud en la tramitación administrativa".

"Estamos obligados a una nueva gestión más simple, adaptada a la tecnología del siglo XXI", ha remarcado, al tiempo que ha puesto en valor que el nuevo texto recoge también nuevos tipos de patrimonio, como el subacuático y el científico, y que implica a los ayuntamientos en la gestión de los bienes.

Otro de los aspectos que ha destacado el conselleiro es la creación de un censo de bienes culturales, que "será objeto de permanente actualización" y que otorgará "seguridad jurídica" en lo relativo a los espacios protegidos.

Visión de la oposición

Frente a esta visión, los cuatro grupos de la oposición se han mostrado críticos con este proyecto de ley al entender que no resuelve los problemas que genera la norma vigente y que introduce "desprotección" del patrimonio cultural.

De hecho, tanto el BNG como AGE y el Grupo Mixto han pedido la devolución del texto, mientras que el PSdeG ha explicado que decidió no hacerlo para intentar "el consenso" a lo largo del trámite parlamentario.

No es "un cheque en blanco"

Con todo, su portavoz en la materia, Concepción Burgo, ha advertido de que "esta manifestación de buena voluntad" no supone "un cheque en blanco", pues el texto actual habrá de pulirse en "muchos" aspectos para que pueda ser aceptado por el PSdeG.

A modo de ejemplo, ha apuntado la falta de técnicos, los "minúsculos" presupuestos dedicados a la protección del patrimonio y la falta de planificación y de compromiso con esta cuestión por parte de la Xunta.

"Cierren la Cidade da Cultura"

Por su parte, la representante del BNG en el debate, Ana Pontón, ha demandado la retirada de este texto y la constitución de una ponencia que analice los "problemas y carencias" de la legislación actual contando también con la participación de los agentes implicados.

Máxime, ha abundado, a la vista de la "situación de fragilidad" del patrimonio gallego debido, entre otras causas, a la "desprotección creciente" y a la "inacción" por parte de la Xunta "a la hora de garantizar la legalidad".

"Una parte importante del patrimonio gallego se está cayendo a trozos mientras ustedes despilfarran fondos en la Cidade da Cultura. Si creen que está bien, defiéndanlo; si no, cierren la Cidade da Cultura", ha espetado la nacionalista en dirección a la bancada popular, a la que ha achacado que "no tiene ningún interés en la protección del patrimonio".

"Ley del mercado"

Desde las filas de AGE, Xabier Ron ha reprobado la introducción en la norma de "la ley del mercado", que ha relacionado con el "ideario neoliberal" del PP.

Así, ha lamentado, el control y la vigilancia se redacta con "verbos facultativos" o se remite a "posteriores desarrollos reglamentarios"; mientras "se enuncia" que no se pueden poner "atrancos a la libre iniciativa económica" en torno al patrimonio.

De igual modo, Carmen Iglesias (Mixto) ha augurado que esta ley "no corregirá los defectos de la anterior, sino todo lo contrario", pues generará "más inseguridad jurídica" y supondrá "menos protección".

"Ofrecemos consenso y diálogo"

Finalmente, el diputado del PP Agustín Baamonde ha reivindicado la importancia de este proyecto normativo tras recordar que "personas relevantes" del mundo de la cultura "se pronunciaron a favor", como el presidente del Consello da Cultura Galega.

Y, tras resaltar que esta ley "es acorde con la realidad social" y que "recoge los avances de la legislación internacional", ha admitido que "probablemente no es perfecta" y ha tendido la mano a la oposición para su mejora durante el trámite de ponencia. "Ofrecemos consenso y diálogo, y pedimos lo mismo", ha concluido.