Este 2016, año electoral, trae bajo el brazo una suculenta oferta de empleo en la Xunta. El reciente anuncio de 448 nuevas plazas para la administración general, de las que seis de cada diez van para servicios sociales y los equipos de prevención y extinción de incendios, se suma a las 1.939 ya previstas en educación y sanidad. El Ejecutivo autonómico duplica el número de vacantes que salieron el pasado ejercicio y rompe así con la sequía impuesta durante la doble recesión para luchar contra los desequilibrios presupuestarios. Una etapa en la que la administración autonómica, sin posibilidad de cubrir más allá del 10% de las jubilaciones y únicamente en servicios esenciales, prescindió de casi 7.500 puestos fijos.

Al cierre del pasado mes de julio, según los últimos datos de la Consellería de Facenda recogidos por el Instituto Galego de Estatística (IGE), la plantilla de la Xunta ascendía a 86.382 personas. Prácticamente la misma cantidad, 86.398, que un año antes. El volumen de efectivos al servicio de la Administración gallega rondó hasta 2011 los 89.000. Desde entonces, el recorte se acerca al 3%, con 2.460 trabajadores menos. La diferencia entre la caída de los fijos -en concreto 7.483 menos, el 9,7%- y el empleo total está en el incremento, muy notable, de los temporales como alternativa a la imposibilidad de sacar oposiciones.

¿Cuánto aumentó? Pues prácticamente un 50%. En julio de 2011 los empleos eventuales en la Xunta rozaban los 10.700. Cuatro años después son 15.667. Una variación de 4.979, como recoge el IGE, y sin contar aquellos que formación, que también tienen una duración determinada y que aumentaron un 49,6%, hasta los 1.402. Antes de que se iniciaran los descensos más acusados en el empleo público del Ejecutivo gallego, los temporales suponían un 12% en el conjunto de la plantilla. Actualmente representan el 18,4%.

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La mayor subida se da en los interinos, que pasaron de alrededor de 3.000 hace cuatro años a más de 4.800, un 61% más. Los funcionarios de carrera, en cambio, descendieron un 10,1%, a 37.787. El alza de la temporalidad también afecta al personal estatutario, vinculado a los servicios sanitarios, donde el número de efectivos eventuales aumentó un 47,6%, frente a la reducción del 9,1% en los estatutarios fijos. Dentro de los efectivos laborales, se repite la bajada, un 9,6%, de los fijos, y el ascenso, un 29,7%, entre los temporales.

Entre las tres grandes áreas de actividad de la Xunta, los profesores destacan muy por encima del resto. Son el 35% de los empleados autonómicos. Los sanitarios concentran el 29,6%. Y los trabajadores vinculados directamente a las consellerías y sus organismos autónomos son el 18,6%. En este último grupo está el descenso más acusado. El recorte de empleos desde julio de 2011 fue del 4,6%, por encima de los 780. En la docencia, según las cifras del IGE, la caída asciende a 1.104, el 3,5%; y un 0,3%, 83 plazas, en la plantilla del Sergas.

El resultado detallado arroja de nuevo una diferencia sustancial en la evolución de fijos y temporales. Dentro de las consellerías hay 16.060 trabajadores. Entre funcionarios de carrera y laborales indefinidos, el total de empleos fijos suma 12.675, un 9,5% por debajo de 2011. Los eventuales aumentaron un 19,1% en los últimos cuatro años, hasta los 3.385.

En sanidad, la plantilla está formada por 25.583 personas. La reducción entre los fijos fue del 9,6%. En estos momentos, 18.658. El incremento de los temporales supera el 50%, con 5.523 efectivos, a los que hay que unir los 1.402 que estaban en julio en proceso de formación. En otras funciones dentro de las instituciones sanitarias, como el personal auxiliar y administrativo -6.517-, la caída de los fijos llega al 11,1%. En los temporales -1.644- hay un alza del 36,3%. Pero sin duda la oscilación que más llama la atención viene del profesorado. La plantilla docente de carácter fijo, unos 26.600, acumula un retroceso del 10,7%. Los maestros interinos y los contratos eventuales, 3.625, se dispararon en cuatro años un 137,4%. Más del doble. En el resto de plazas en educación hubo un descenso del 2,5% en los fijos y una subida del 24% en los temporales, que solo descienden en el caso de los trabajadores de justicia -un 41%, hasta los 281-, mientras que los fijos caen mucho menos que en el resto de áreas (unos 2.255), un 4%.