"No se puede utilizar el nombre de Pontevedra para ofender a nadie y con este acuerdo se rompe la imagen de respeto que tiene la ciudad, que es insultada hoy; ustedes quieren abolir esa Pontevedra abierta y universal para instaurar una Pontevedra cerrada y sectaria". Es una de las frases que pronunció ayer el portavoz del PP, Jacobo Moreira, para defender a Rajoy y la decisión de prorrogar la concesión de Ence. La intervención del concejal popular fue la más larga de todos los participantes y mostró un especial énfasis en las victorias electorales del PP en las elecciones generales, con Rajoy de candidato a la presidencia del Gobierno. Sus siete ediles abandonaron sus asientos a la hora de la votación y se instalaron unos minutos entre el público. De este modo quisieron hacer notar que lo de ayer era una "soberbia tontería".

Aún así, Moreira esgrimió una amplia batería de argumentos para criticar la reprobación al presidente de su partido. Apeló al pontevedresismo para defender que la ciudad "nunca fue sectaria". "Manchan el prestigio de una persona pero en realidad manchan a Pontevedra", si bien también llegó a apuntar que "es una maniobra orquestada del PSOE y de Podemos en Madrid para alimentar el argumentario de Pedro Sánchez y poder decirle a Rajoy que no lo quieren ni en su pueblo".

Pese a que la iniciativa fue formulada por el PSOE y Marea, todo el discurso del PP se dirigió en exclusiva contra el alcalde, Miguel Fernández Lores, al que acusó de "no tener respeto por su ciudad al permitir este acto". Subrayó que "el PP nunca declarará non grato a nadie". Desde las filas de Marea se le recordó que el PP votó a favor de declarar non grato al excomisario europeo Joaquín Almunia en Vigo y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en Fene, donde era alcalde Iván Puentes, ahora concejal del PSOE en Pontevedra.