El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se desliga de los escándalos de corrupción que golpean a su partido y que empiezan incluso a generar voces críticas dentro del propio PP. El jefe del Ejecutivo gallego defiende que su gobierno es el "más contundente" contra este tipo de conductas delictivas que además se extienden, según su opinión, al conjunto de la sociedad y que perjudican a políticos honrados "que ven como otros no honrados meten la mano en la caja". Así respondió en el pleno del Parlamento al portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, quien no solo sacó a relucir los casos de corrupción de su partido en el ámbito nacional sino también "sus amistades peligrosas" con el narcotraficante Marcial Dorado y con el empresario Pachi Lucas, que actuaba como presunto conseguidor en la operación Zeta, que investiga el fraude en cursos de formación en Galicia. "En su partido, mientras no haya regeneración, está inhabilitado para gobernar", le recriminó.

Feijóo defendió, sin embargo, su hoja de servicios. Recordó que cuando hubo casos de corrupción él mismo advirtió de que le "repugnaban" y explicó que incluso apartaron a dos diputados del PP, involucrados en la operación Campeón, mientras el BNG mantuvo en el escaño al exconselleiro Fernando Blanco, que también estaba siendo investigado. Y además enumeró las cinco leyes (cuatro aprobadas y una en curso) de su gobierno contra la corrupción.