La DGT tendrá más ojos en las carreteras gallegas a partir de la próxima semana. En vísperas de la operación salida de Semana Santa, Tráfico instalará en la comunidad cinco nuevos radares para evitar que los conductores pisen más de la cuenta el acelerador. Por primera vez, se activarán cinemómetros de tramo en vías secundarias, las más peligrosas para la conducción tal y como revelan los balances de la DGT: casi el 90% de los accidentes de tráfico mortales en Galicia ocurren en este tipo de carreteras. Dos de los nuevos aparatos que controlarán los excesos de velocidad serán de tramo -que controlan la velocidad media a la que se circula entre dos puntos kilómetros- y los otros tres fijos, uno en la curva de Biona (Oleiros).

A partir del jueves de la próxima semana, según avanzó ayer la Delegación del Gobierno, estarán en funcionamiento con el objetivo de "reducir los accidentes a través de la reducción de los límites de velocidad".

¿Dónde estarán los nuevos cinemómetros? En Santiago habrá dos nuevos radares que tendrán el límite en 80 kilómetros por hora. El primero en la N-550, en A Sionlla-Santiago, entre los puntos kilométricos 54,6 y 56,1 en sentido a Compostela; y el segundo en la misma vía, en el kilómetro 55,8 (fijo) hacia A Coruña.

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En Oleiros, en la curva de Biona, un punto negro de la accidentalidad en el área metropolitana, también se activará un radar con una limitación a 70 kilómetros por hora en el punto kilométrico 8,33, en sentido hacia A Coruña.

En Ourense también se pondrán en funcionamiento dos aparatos para atajar los excesos de velocidad: uno de tramo en la N-525, entre Benavente y Santiago, entre los puntos 242,2 y 246, en sentido hacia Compostela; y el otro fijo, en la misma vía a la altura del kilómetro 244,85 hacia Benavente.

A pesar de que en los últimos quince años la siniestralidad en las carreteras gallegas disminuyó más de un 70%, hasta cerrar 2015 con la cifra de fallecidos más baja de la historia -un total de 91 víctimas mortales-, las vías de un solo carril por sentido se presentan como las más peligrosas: el número de denunciados por exceso de velocidad multiplica por diez los positivos por consumo de drogas o por uso del móvil al volante y su tasa de mortalidad dobla el de autopistas y autovías.

Para tratar de reducir los excesos de velocidad al volante, Tráfico estrenará el jueves de la próxima semana cinco nuevos radares. Los dos de tramo serán los primeros que se instalen en carreteras secundarias, y se sumarán a los ya operativos en el túnel de O Sartego, en la AP-9, a su paso por Ferrol; en la A-8, en la zona de O Fiuco (Lugo), la AG-55 (autovía que une A Coruña con Carballo, a su paso por Arteixo) y la AG-64 (la autovía de Ferrol a Vilalba, en la bajada de As Pontes).