-Llegó a la Consellería de Medio Rural seis meses después del fin de las cuotas lácteas, en plena crisis del sector. A punto de cumplirse un año de su desaparición ¿Qué medidas hay que tomar para que la situación no se agrave?

-Ahora mismo se están escribiendo las líneas de una historia distinta en el sector primario gallego. Estoy convencida de que de este momento convulso que crea incertidumbre en los ganaderos y preocupa a la administración va a salir un sector fortalecido. Con la desaparición de las cuotas nos equivocamos todos porque no hubo la información necesaria para que tanto ganaderos como industria supieran cómo actuar. Creíamos que el mercado iba a ser el gran regulador de la producción y nos encontramos con una sobreproducción. En los últimos cinco años Galicia incrementó en un 14,9% el volumen de leche y a pesar de una gran desorganización demostramos que somos competitivos porque si no sería imposible que la comunidad aguantase tanto con precios tan reducidos.

-Trabajar en la organización de productores era precisamente uno de los retos pendientes en el nuevo escenario sin cuotas junto con la transformación del producto por parte de las industrias.

-El sector está totalmente fragmentado y mi pelea es organizarlo. Las organizaciones de productores en otros países funcionan pero en Galicia y en España no cumplieron su papel de controlar y hablar de precios. El sector primario gallego fue capaz de sobrevivir a momentos delicados y aunque en éste se dieron las condiciones de la tormenta perfecta se va a ir encauzando.

-Cuando llegó al cargo aseguró que no se podía esperar más para reunir al sector y buscar soluciones juntos ¿es ese el espíritu con el que nació el plan de fortalecimiento del lácteo?

-El sector tiene que reflexionar en que si con esta desorganización fuimos capaces de estar aquí si estuviésemos organizados nos iría mejor. Esto no va a dar marcha atrás, así que lo hacemos o nos hundimos. Aún costándonos mucho en estos seis meses constituimos el plan de fortalecimiento del lácteo gallego que permitió sentar en la misma mesa a la industria con la distribución y los ganaderos, algo tan simple que parecía tan difícil y que se tenía que haber hecho hace años si cada una de las partes no fuese por libre. Ahora están representados todos para buscar fórmulas que hagan más viable nuestro producto. Aunque a la primera reunión solo acudieron dos industrias, la Federación Nacional de Industrias Lácteas decidió que será el propio director el que esté en esa mesa.

-¿Qué medidas se tomarán en la próxima reunión convocada para dentro de un mes?

-En base a lo que ocurra mañana en el consejo de ministros de Agricultura en Bruselas, Galicia tiene que tomar sus propias decisiones. En la próxima reunión del grupo de trabajo daremos a conocer toda la información sobre qué tipo de explotaciones tenemos, a cómo está cobrando cada una de ellas y dónde podemos apoyar la transformación del producto.

-Los productores reclaman soluciones urgentes para las granjas que cobran menos de 20 céntimos por litro, que la Xunta ya admitió que suponían un 4,4% del total ¿podrían ser más a partir del próximo mes?

-Pese a que se trata de explotaciones muy pequeñas esa situación es imposible sostenerla en el tiempo. Por eso, es muy importante lo que suceda mañana en el Consejo de ministros en Bruselas porque el lácteo gallego está muy enclavado en las decisiones de la Unión Europea. De ahí que planteásemos un aumento del precio de intervención de la leche en polvo y de la mantequilla. Si la Comisión Europea no acepta esta propuesta sería un gran fracaso. Ahora mismo los precios de mercado en algunos casos están por debajo del de intervención, lo que no ocurriría en caso de que subiesen esas tarifas.

-La ministra de Agricultura ya había planteado esta opción a Bruselas y se la denegaron.

-Es cierto, pero la diferencia es que entonces España solo contaba con el apoyo de Portugal y ahora Holanda, Irlanda, Alemania y Francia se han sumado a esta reivindicación del Gobierno central y de la Xunta.

-¿Confía entonces que mañana la subida de los precios de intervención salga por fin adelante?

-No debería ser de otra manera porque de lo contrario tendríamos muchos problemas, al margen de que la Consellería actúe con medidas de control.

-¿De qué forma se han reforzado las inspecciones en el sector desde el Gobierno gallego?

-En nuestras manos está hacer un control de los productos que llegan de otros países, sobre todo de Portugal y solo en el mes de enero superamos las inspecciones realizadas a lo largo de 2015. A veces es complicado sancionar porque siendo un mercado único no todos los países tienen las mismas obligaciones y, por ejemplo, Galicia dispone de una Q de calidad para la leche que Portugal no tiene. Los técnicos también inspeccionan a la distribución para que no se engañe al consumidor al ofertar como Galega 100% producto que no es de esa marca y, de hecho, las sanciones más habituales, que oscilan entre 6.000 y 10.000 euros, tienen que ver con esta infracción.

-¿Tienen constancia de que producto que se paga como leche en polvo se vende como leche líquida a precios más altos?

-Los inspectores que controlan la trazabilidad del producto no tienen constancia de que esto ocurra en Galicia. Pero los rumores están ahí y por eso se les pidió a los técnicos que hiciesen controles en las comunidades para comprobar de primera mano si eso es así no.

-¿Cómo contribuiría el decreto de cesión de precios que piden al Gobierno central a la hora de detectar a quienes incumplen el acuerdo lácteo?

-Es el mejor mecanismo para garantizar la trazabilidad del sector porque no tiene lógica que los productores cobren 18 céntimos por litro sin saber a cuánto paga luego la distribución esos litros a la industria. El texto ha pasado todos los informes, incluso el del Tribunal de la Competencia, y está ya en el Consejo de Estado. Espero que no tarde más de 15 días en ser publicado, porque va a dar un mínimo de estabilidad al sector. Es imprescindible para saber quien se está quedando con las alegrías y cómo se están distribuyendo las pérdidas y que así desde la administración podamos hacer una valoración real de la situación del sector y no solo conjeturas.

-¿Qué otras medidas que competen al Ejecutivo central ayudarían a paliar los bajos precios del lácteo gallego?

-Galicia tiene un problema casi exclusivo: el de los primeros compradores. Por eso también es clave que se apruebe el borrador para no encontrarnos con sorpresas como que a varios productores se les deje de pagar y sea la administración la que se tenga que poner al frente de unas deudas que no le corresponden. Por otra parte, la marca Galicia vende y también hay que regularla y así le pedimos al ministerio que los productos lácteos incluyan en la etiqueta el lugar de origen y no solo el de envasado.

-¿Cuál es la aportación de la Xunta para paliar la agonía de las explotaciones gallegas?

-El Gobierno gallego cuenta con 1.186 millones de euros del Plan de Desenvolvemento Rural que se van a invertir en varias líneas: la modernización de las explotaciones para que los costes se reduzcan, la concentración parcelaria de 137 fincas para ampliar el territorio y recortar la dependencia de forrajes de fuera, el apoyo a proyectos industriales que apuesten por la transformación del producto en Galicia, poner en valor nuestro patrimonio natural y dotar de más servicios al rural. Estas vías se completan con la promoción de le leche gallega para fomentar su consumo en este momento de sobreproducción. Son las únicas fórmulas que tenemos para que la gente siga viviendo del rural.

-¿Trabajan en alguna línea concreta para incrementar los precios a pesar de que por ley la Xunta no pueda fijar una cuantía mínima?

-La Consellería puede legislar, regular, controlar y llegar a acuerdos pero no puede estipular precios. Sí puede controlar que la venta no sea a pérdidas y ese control es el que está llevando a cabo, al mismo tiempo que mantiene una relación continua con las organizaciones de manera que veamos lo que sucede y que esta crisis no dé lugar a abusos en el sector. En las últimas semanas también logramos un pacto con las industrias con el objetivo de que recojan las mismas cantidades que en 2015.

-Pero los sindicatos apuntan que aunque se recoja el mismo volumen la industria puede pagarlo por debajo de costes.

-La alternativa es que sean las organizaciones de productores las que hablen de precios.

-En este sentido, los productores alegan también que aunque se organicen no tendrían poder para negociar con la industria.

-La industria si los ve fuertes se acabará fortaleciendo ella misma. Si ve una fragmentación total, como no es ninguna ONG va a jugar sus cartas. Si no tiene que declarar sus ventas por obligación no va a hacerlo y no dará a conocer lo que le paga la distribución hasta que salga el decreto de cesión de precios. Por otro lado, debemos optar porque el ganadero forme parte de la transformación y se lleve parte de ese valor, no solo la venta de leche líquida. Se achaca que a Galicia se le paga menos porque hay que transportar la materia prima líquida para que transformarla en otros lugares. Para que eso no siga ocurriendo la Xunta apoyará precisamente a las industrias que apuesten por el ganadero gallego.

-El año pasado cerraron 450 granjas en Galicia, el 70% de toda España ¿en cuánto podría reducirse esa sangría si subiese el precio de la leche?

-Estoy convencida de que se está escribiendo un nuevo capítulo de la historia del sector primario en Galicia y para ser competitivo tiene que redimensionarse. Eso explica que las explotaciones con mayor capacidad aumenten su producción y en los dos últimos años incrementasen en 33.000 el número de cabezas de ganado. Las que desaparecen son, por el contrario, las granjas que producen menos de 100.000 kilos, donde las nuevas generaciones no siguen con la actividad porque no le sale rentable. En muchas zonas varios vecinos, incluso aldeas enteras, se decantan por unir sus granjas al entender que para tener mejor calidad de vida es mejor trabajar juntos. Hay que diversificar la actividad teniendo en cuenta las fortalezas del lácteo gallego y ahí está la apuesta por la leche ecológica. Si Galicia ya de por sí vende con productos ecológicos mucho más.

-¿Ve factible que cale el mensaje de que la unión hace la fuerza en un sector como el gallego, fragmentado y caracterizado por pequeñas granjas?

-Los personalismos tienen que quedar atrás y al igual que mi mensaje es que los productores tienen que estar unidos bajo un mismo paraguas, tenemos que olvidarnos de tener 39 cooperativas primeras compradoras y de tantas asociaciones de ganaderos, plataformas y sindicatos porque llega un punto en que el ganadero se cansa al ver que quizás haya otros intereses al margen del suyo de tener una renta digna después de un trabajo duro a lo largo de todo un año. Somos pequeños, somos fuertes pero podemos ser mucho mejores si optamos por un modelo de organizaciones de productores que tienen que hacer fuerza para complementar aquellas medidas que desde la administración por ley somos incapaces de llevar a cabo.