Un día después de que la Comisión Europea descartase subir los precios de intervención a los que las administraciones compran los excedentes de leche, el lácteo recibe un nuevo revés con el informe negativo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el decreto de cesión de precios. Este documento, cuya aprobación estaba pendiente desde noviembre, era una de las herramientas con las que el Gobierno central pretendía dar transparencia al lácteo tras la firma del acuerdo lácteo el pasado septiembre entre el Ministerio de Agricultura y parte del sector al obligar a la industria a declarar el volumen y el precio al que venden la leche a la distribución. Competencia alerta de "efectos nocivos" de la norma para los nuevos entrantes y operadores industriales que recaerán -avisa- en los consumidores en forma de "precios ineficientes" y reducción de la calidad y la variedad de los productos. Desde el Gobierno central apuntan -según aclaran fuentes de la Consellería de Medio Rural- que el documento seguirá adelante porque pese a las recomendaciones de la CNMC, su informe es "favorable". El decreto se encuentra ya en el consejo de Estado, que es el último paso antes de su aprobación en el consejo de ministros.

El informe de Competencia recoge que con la norma puede darse "un exceso de transparencia" que provoque filtraciones de datos confidenciales y que permitiría a las industrias acceder a datos de sus competidores. Aunque el Ministerio de Agricultura garantiza la privacidad, para el organismo regulador no elimina los riesgos de coordinación de precios y de reducción de la tensión competitiva, que son -indican- "elevados". Avisa también de que el decreto supondría una "sobrerregulación" por parte de la Administración que frenaría la entrada de nuevos operadores y, al mismo tiempo, duda de que consiga su objetivo de garantizar la sostenibilidad del sector. No comparte la opinión del Ministerio de Agricultura, de la Consellería de Medio Rural e incluso de los ganaderos en cuanto a que esta norma es clave para saber qué parte de la cadena alimentaria se está quedando con las ganancias que no llegan a los productores. Hasta ahora se conoce el precio al que paga la industria a los ganaderos y a la que compran la leche los consumidores en el supermercado pero falta este paso intermedio entre industria y distribución.

Para la CNMC, las causas que motivan la crisis láctea que arrastra el sector desde la desaparición de las cuotas hace casi un año no van por esta vía. Competencia señala como responsables de esta inestabilidad a los ganaderos por su "escaso cooperativismo" y a la industria por no apostar por la innovación. Por eso, recomienda promocionar el cooperativisimo, vigilar posibles abusos y apostar por nuevas formas de producción.