Después del impacto de los atentados yihadistas, Bruselas se tiñó de un sentido homenaje que se repitió por distintos puntos de la capital belga. La Plaza de la Bolsa concentró decenas de velas que se encendieron como señal de repulsa a la barbarie terrorista, pero también como homenaje a las víctimas. Entre la marea de participantes se encontraban algunos gallegos que ayer, por casualidad, se vieron envueltos en escenas de caos.

Vecinos de Cangas que ayer salvaron la vida por cuestión de minutos, entre los que se encuentran José Sáez o Carmen Nores, quisieron aportar su grano de arena y participar en los improvisados homenajes. Reconocen que durante las horas posteriores a los ataques "Bruselas era una ciudad sin gente", pero por la noche "había una marea manifestando el rechazo a la barbarie".

Después del fuerte golpe en el corazón europeo, los gallegos pertenecientes a la Plataforma da Sanidade de Cangas intentarán volver a sus hogares. En un principio, tratarán de hacer el viaje hacia Ámsterdam y poder enlazar, desde allí, a Galicia.