El comienzo de la Semana Santa, con vacaciones para los estudiantes, ha provocado que muchos turistas hayan decidido calzarse sus zapatillas de deporte y con ellas echarse al Camino de Santiago, histórica ruta de peregrinación plagada de jóvenes que ansían alcanzar la gran meta: el Obradoiro.

La entrada del tiempo primaveral ha activado el flujo de caminantes que bregan contra la adversidad para llegar a Compostela y son muchos los que eligen realizar, en pocos días, varias etapas de este legendario sendero.

En las terrazas de los locales de la capital de Galicia ya son mayoría los peregrinos más tempraneros, aquellos que, con gafas de sol, pero también abrigados con sus bufandas, disfrutan de un reconfortante aperitivo tras cumplir con esta aventura y disfrutan así de los ansiados días libres en las empedradas calles de la capital gallega. Son muchos los que, este marzo, se decantan por realizar el Camino de Santiago Francés y la mayoría elige Sarria como lugar de comienzo.

Es el caso de Gerardo y sus cinco compañeros, que son de las "afueras de Madrid". Comenzaron a caminar hace cuatro días en Sarria, en la que es ya su "tercera vez".

El Camino es un viaje que "engancha y cada vez que lo haces te permite aprender algo nuevo, siendo unas veces más dura la cosa y otras más fácil", asegura a Efe Gerardo, que se considera ya un experto. Esta tercera vez, para él, no ha sido tan costosa, puesto que la meteorología se ha puesto de su parte y el sol ha acompañado al pelotón. No ha tenido que hacer uso ni una sola vez del chubasquero, que, aún así, por si acaso, guarda en su mochila.

El tiempo, una lotería

"El tiempo en el Camino es una lotería", señala el madrileño, que advierte sobre el viento, la lluvia o los temporales que los peregrinos pueden encarar en función de la época del año en la que realicen la ruta y también del factor suerte.

Gerardo, transcurridos doce años desde la primera vez que realizó el Camino de Santiago, ha notado una gran "mejoría" en las prestaciones de los albergues, que se han modernizado en los últimos tiempos. Algo que tampoco ha pasado desapercibido para un grupo de estudiantes de Barcelona que ha decidido aprovechar las vacaciones de la universidad para animarse a hacer el Camino, una idea que tenían en mente desde hace tiempo y que escogieron como una "opción económica".

Laura, Mercé y Carmen también, como Gerardo y sus compañeros, comenzaron en Sarria una auténtica experiencia que las ha dejado "extremadamente cansadas", con una sensación en los pies que nunca habían tenido. Sin embargo, saben, y lo dicen, que tras dormir verán el Camino de Santiago como uno de los viajes "más especiales" que han hecho en su vida, informa Efe.

"Una pena que la Catedral esté en obras", comentan al unísono las barcelonesas, que entre risas señalan que los turistas que visitan su ciudad encuentran, igualmente, la Sagrada Familia en una idéntica situación. Y, aunque son muchos los peregrinos que se decantan por el Camino Francés, también los hay que prefieren explorar otras rutas, como el caso de Diego, que inició su andanza en Tui, para recorrer una parte del Camino Portugués.

Diego, que esta vez ha caminado junto a su pareja Vanessa, ha hecho en otra ocasión el Camino y los dos quieren ahora atravesar la Puerta de la Misericordia en este Jubileo Extraordinario. Hacer el Camino a pie es la modalidad preferente, pero algunos se decantan por la bicicleta, como Francisco Javier, que junto con un grupo de otros tres amigos viaja desde Zamora sobre dos ruedas.

La plaza del Obradoiro tampoco es la meta de todos los peregrinos que han elegido pasar en Galicia la festividad de Semana Santa, como es el caso de los integrantes de la asociación cultural sin ánimo de lucro Tus castillos en el aire, que comenzaron en Sarria, ayer estuvieron en Compostela, y finalizarán en Fisterra, el "fin del mundo".

"Nunca se olvida"

En el mismo grupo de caminantes hay diferentes vivencias, unos debutan, y otros acumulan "veinte caminatas", pero hay coincidencia en que "nunca se olvida".

Zaida, Marcos, Víctor y Belén se declaran derrotados a las puertas de la Catedral, pero confían en que comer en uno de los muchos y reconocidos restaurantes cercanos al Obradoiro les dé fuerzas para continuar la senda hasta Fisterra, donde tirarán sus zapatos al mar.

Las previsiones de ocupación hotelera en Galicia son excelentes para los festivos de Jueves Santo, Viernes Santo y el fin de semana, jornadas en las que se espera rozar el lleno o conseguirlo.

Consolidar las "leves mejorías" a nivel de rentabilidad iniciadas el año pasado e incrementar las cifras de viajeros son los objetivos del sector turístico gallego para esta Semana Santa, una cita que "no pinta mal" y en la que se prevé una ocupación media de los alojamientos de entre el 65 y el 75%, según el presidente del Cluster Gallego del Turismo, Francisco González.