Con la crisis, la bolsa de pisos que se quedaron con el cartel de "se vende" se disparó. Según el Ministerio de Fomento, en el año 2011 ascendían en la comunidad gallega a 37.438. Sin embargo, tras el parón en la construcción y el ajuste que sufrió el sector, este stock fue reduciéndose hasta el punto de que cuatro años después ya había caído un 23% y se situó en las 28.852 viviendas.

En su informe, el Banco de España aclara, en todo caso, que lo importante es analizar el porcentaje que representa sobre el parque total de viviendas de la comunidad autónoma. En Pontevedra equivale al 2%, en A Coruña al 1,9%, en Lugo al 1,6% y en Ourense al 1,2%.

Cuando el stock no es superior al 2% el Banco de España considera que es "bajo" y que el "grado de desequilibrio es reducido". Esto significa que el proceso de absorción del exceso de oferta será "relativamente rápido".

A pesar de ello, el organismo regulador advierte que siempre habrá "un stock friccional", es decir, consideran normal que haya un determinado número de viviendas que tarden más en venderse y de hecho sitúan este umbral en el 1,5% del total del parque inmobiliario.