Este año se cumplen dos décadas de uno de los mayores desastres que ha vivido la ciudad de A Coruña: 200.000 toneladas de basura se deslizaron por la ladera del vertedero de Bens. La avalancha de residuos del 10 de septiembre de 1996 arrastró casas, coches, un puente, estuvo a punto de llegar al mar y acabó con la vida de una persona. Y provocó un olor nauseabundo que inundó la ciudad durante semanas.

Pero el desplome del vertedero también sirvió para cambiar el modelo de tratamiento y gestión de los residuos urbanos de la ciudad y su área metropolitana. Se procedió a sellar el vertedero y se puso en marcha un plan de gestión integral de la basura. En 2000 se inauguró la planta de Nostián y en 2001, el vertedero de Bens, una extensión verde de más de 605.000 m2 situada en el mismo lugar que cinco años antes albergaba el basurero.