Uno de los mantras que se repiten al diagnosticar los males del monte gallego es su abandono y las dificultades de gestionarlo por su minifundismo y a que la mayoría está en manos privadas. La Xunta reconoce que la superficie de monte público (gestionado por concellos o por el Gobierno gallego) es "baja" y, por eso, el nuevo Plan Forestal plantea...

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