La Diputación de Lugo aprobó ayer su presupuesto para este ejercicio, que supera los 96 millones, gracias a que el PP se ausentó de la votación al no tenerse en cuenta las enmiendas de la oposición, de forma que las cuentas recibieron 12 votos a favor de los socios del bipartito, PSdeG y BNG.

El exsocialista Manuel Martínez, integrado ahora en el grupo de no adscritos, votó en contra de los presupuestos. Así, las cuentas fueron aprobadas en un pleno no exento de polémica, dado que tanto los populares como el diputado no adscrito y alcalde de Becerreá cuestionaron que no se aceptarán sus enmiendas en la votación, lo que le llevó a concluir a Martínez que era "un presupuesto irregular y casi ilegal". Martínez, que recurrió en muchos momentos a la ironía, afeó que este es "el presupuesto de los cucos, donde con artimañas legales se trata de impedir el debate de las enmiendas, lo que se hizo toda la vida en esta institución".

La diputada de Economía, la socialista Pilar García Porto, encargada de defender el proyecto, se jactó de que estas cuentas pivotan sobre tres elementos: "empleo" para lo que se destinan más de seis millones de euros, "infraestructuras", más de 16 millones, y "políticas sociales".

La presidenta del Partido Popular de Lugo y portavoz del grupo provincial, Elena Candia, explicó al finalizar el pleno que sus diputados se ausentaron en el momento de la votación porque, sin estar de acuerdo con el gobierno bipartito, tampoco querían bloquear la llegada de fondos a los ayuntamientos. "La provincia de Lugo no se merece este gobierno en la Diputación, pero no será el Partido Popular quien bloquee la recepción de fondos a los ayuntamientos", dijo la portavoz. Candia censuró que el gobierno provincial recurriese a maniobras políticas "para evitar por primera vez en la historia de la institución" la votación de las enmiendas a los presupuestos en el pleno.

Acusó además al presidente provincial, el socialista Darío Campos, de "pretender limitar y coartar la acción de los diputados" también en relación a las enmiendas presentadas, en el caso de los populares cuatro y 16 por parte del diputado no adscrito. Además, aprovechó para recordarle a Campos que "no tiene mayoría" y añadió reproches porque cree que "no es dialogante". "Así de forma muy difícil va a acertar con el gobierno de esta institución", agregó. Llegado al final del debate, Candia pidió un "receso" de 15 minutos, "dada esta nueva circunstancia que por primera vez" se niega a la oposición la posibilidad de votar las enmiendas, lo que le negó la presidencia y provocó la salida de los populares del pleno y su ausencia en esta votación.

En un momento dado se enzarzaron en la discusión Darío Campos y Manuel Martínez por los turnos de intervención y el presidente emplazó al exsocialista a que "si tiene que recurrir algo, recurra si hay algo malo". Así, le rogó que no le interrumpiera o se jugaba su expulsión de la sesión. "Le aviso en el pleno y no vuelvo a avisarlo, a la tercera vez lo echo y me jodería mucho", espetó airado el presidente de la Diputación de Lugo.

El bipartito de la corporación provincial se encuentra en minoría porque Manuel Martínez, a quien el BNG vetó para ser presidente, ha sido expulsado del partido por votar en contra sistemáticamente.