La población gallega ha experimentado durante el siglo XX un proceso acelerado de concentración que continúa en el XXI: cada vez más gente habita en menos espacio, dejando tras de sí una inmensa superficie casi vacía. Si en 1900 tres cuartas partes de los habitantes de la comunidad se expandían por el 90% de su territorio y en el 10% que quedaba vivía el otro 26%, en poco más de cien años las cifras casi se han invertido y ahora apenas un tercio de los ciudadanos se extiende por el 94% de la superficie. El resto, el 67,7%, se concentran en el 6,2% restante. El rural se ha ido despoblando y han ido ganando peso las ciudades y las villas y sus alrededores, que se reparten a 1,8 millones de gallegos. Con todo, son las siete urbes las que asumen principalmente la carga: en el 0,7% que representan de la superficie total de la comunidad gallega dan alojamiento a 971.271 gallegos.

Siga leyendo la noticia en Orbyt, o suscríbase a La Opinión de A Coruña y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.

Haz click para ampliar el gráfico