Al margen del debate sobre si es posible o no apretar tanto las cuentas cuando a la economía le falta fuelle, tal y como están las reglas de la consolidación fiscal, el incumplimiento del techo de déficit no solo es algo malo de por sí, por el evidente riesgo de que la Comisión Europea imponga una sanción. Lo es también porque cuanto más aumente el desequilibrio, más tijera deberán aplicar las administraciones. El de 2015 se situó en el 5,16% del Producto Interior Bruto (PIB), un punto de diferencia sobre lo previsto (4,2%), por encima de los 10.000 millones. Para el actual ejercicio el objetivo es del 2,8%, lo que obligaría al país a atajar a la mitad el desajuste que arrastra del pasado año. ¿Es realmente posible? La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), organismo adscrito al Ministerio de Hacienda, lo duda y cree que el déficit se desviará otra vez al 4% por el desfase de la Seguridad Social y las comunidades, entre las que solo salva a seis. Incluida Galicia, con un "probable cumplimiento" del 0,3% marcado.

El organismo, que las autoridades comunitarias obligaron a crear para el control de la estabilidad presupuestaria en España tras el rescate de la banca, mantiene la valoración que hizo de la comunidad gallega el pasado mes de noviembre. Galicia camina hacia el margen de déficit del año "ya que el aumento de los recursos del sistema esperado [los de la financiación autonómica, que crecen un 6,5% en este ejercicio para la región, casi 300 millones] permitiría absorber el aumento de gastos en valores absolutos previsto y la menor recaudación derivada de la rebaja fiscal". Los nuevos tipos del tramo autonómico de la Renta, la exención de Sucesiones hasta lo 400.000 euros y el cheque bebé, entre las medidas más importantes.

"Se apreció que la evolución del gasto prevista por la comunidad y la rebaja fiscal podrían comprometer el cumplimiento de la regla de gasto en el ejercicio -detalla la AIReF en Informe sobre los Presupuestos Iniciales de las Administraciones Públicas para 2016, publicado ayer-, si bien se consideró que podría existir margen para la corrección del gasto en ejecución". Adicionalmente, "el cumplimiento de esta regla podría llevar a un saldo más estricto que el derivado del objetivo de estabilidad". De hecho, las previsiones del organismo presidido por José Luis Escrivá apuntan a que Galicia se moverá entre un déficit del -0,4% o que acabe el ejercicio a cero.

La AIReF "no observa" riesgos "significativos" en la sostenibilidad financiera a medio y largo plazo por una "dinámica favorable de la deuda"; porque "las ligeras perturbaciones macro/fiscales no generarían trayectorias insostenibles, aunque alargarían la fecha de cumplimiento del límite"; porque las necesidades de liquidez del Gobierno gallego son "relativamente contenidas" y "se preveía que disminuyeran progresivamente". A corto plazo, el supervisor sí contempla "relativas vulnerabilidades macroeconómicas", especialmente en empleo y crédito", y "relativas fortalezas fiscales".

Galicia pierde "holgura" en el gasto. "Se reduce ligeramente", señala la AIReF, tanto por "la evolución en 2015" como por "la disminución en la previsión de la comunidad para 2016". Un año electoral en el que la Xunta ha decidido abrir la puerta al incremento de la plantilla pública y las inversiones. Para hacerlo compatible con la regla de gasto, que el ministro en funciones de Hacienda, Cristóbal Montoro asegura que ahora sí obligará a seguir -tres años después de su creación-, el organismo opina que "podría exigir una restricción superior" a la pronosticada por San Caetano. "El crecimiento del gasto derivado del cierre de 2015 -advierte- podría agravar esta situación".

El "probable cumplimiento" se repite en Canarias, Asturias, País Vasco, Andalucía y La Rioja, mientras que en Aragón, Cataluña, Extremadura, Murcia y Valencia el riesgo de saltarse el 0,3% es "muy elevado".

Escrivá fue contundente en su comparencia de ayer a la hora de hablar de sus "sentimientos encontrados" porque ya en julio la AIReF avisó de que el desvío del déficit alcanzaría el 5% y las cartas de recomendación enviadas a las administraciones recibieron respuestas en ocasiones "arrogantes". "España cuenta con herramientas adecuadas para garantizar la sostenibilidad de las finanzas -critica-, pero no se han terminado de aplicar". Ante la culpabilización por parte de Hacienda a las comunidades, el organismo pide "no demonizarlas", preguntarse por qué no cumplen y recuperar objetivos asimétricos.

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