Más de 4,5 millones de viajeros visitaron Galicia el año pasado y se alojaron en alguna de las casi 90.000 plazas regladas de hoteles, cámpings, apartamentos turísticos, casas rurales o albergues. Esas son las cifras oficiales. Pero el sector turístico gallego calcula que otros 2,7 millones de visitantes durmieron en pisos turísticos clandestinos o, en menor medida, en viviendas de familiares o amigos residentes de la comunidad. O lo que es lo mismo, el 40% de los turistas que el año pasado eligieron Galicia como destino, según estimaciones de los hoteleros, pasaron sus vacaciones en alojamientos no reglados.

El vicepresidente del Clúster Turismo de Galicia y representante por la provincia de A Coruña, Francisco Canabal, alerta de que mientras que la Xunta no publique el decreto de apartamentos turísticos la competencia desleal se mantendrá en este nivel y no permitirá a los negocios que sí cumplen la ley aumentar sus ingresos, la gran asignatura pendiente del turismo gallego para este ejercicio. En este sentido, Canabal apunta que si se erradicase la oferta clandestina, la rentabilidad de los alojamientos que cumplen la ley se duplicaría.

Canabal confía en que la competencia desleal se reduzca una vez entre en vigor la normativa que regula el alquiler de los pisos turísticos, previsto para otoño. Pese a este decreto, el sector estima que el 20% de los visitantes que viajen a Galicia continuarán alojándose en establecimientos al margen de la ley: más de 1,3 millones de turistas.

Con esta nueva ley, la competencia sobre estos apartamentos pasará del Estado a la Xunta, que estableció que serán considerados como alquileres turísticos los que tengan una duración inferior a un mes. Los propietarios tienen hasta otoño para acondicionar sus inmuebles para uso profesional, y entre otros requisitos deberán disponer de dormitorio, sala de estar, comedor, cocina equipada y baño. Además, deberán dar de alta su negocio en el Registro Autonómico de Actividades Turísticas y tendrán que ponerse al día en el pago de impuestos y la declaración de su actividad.

Rastreo en internet

Por otra parte, la Agencia Tributaria continuará este año con su plan de inspecciones sobre los inmuebles en alquiler. Por primera vez, Hacienda incluye en la campaña de la declaración de la renta de este año un aviso a los contribuyentes con propiedades en alquiler en anuncios publicitarios su obligación de tributar por los ingresos de esos arrendamientos. Más de 8.000 gallegos anuncian propiedades de este tipo en internet, que según avanzó este periódico el fin de semana, la Agencia Tributaria rastrea para destapar alquileres en negro.

Para los 4,5 millones de viajeros del año pasado que recogen las estadísticas, los alojamientos de la comunidad ofertan un total de 89.485 habitaciones, lo que supone una plaza turística legal por cada 51 visitantes. Los hoteles copan el 90% de la demanda al acoger a cuatro millones de los turistas contabilizados el año pasado en la comunidad, un 12% más que en 2014. Aunque estos negocios son todavía la opción prioritaria con bastante diferencia, los visitantes miran más el bolsillo desde el inicio de la crisis y prueban otras modalidades de alojamiento. El incremento de la ocupación se apreció en 2015 también en la oferta extrahotelera con un 12% de viajeros, de 453.251 a 504.158. Los más beneficiados de las alternativas para viajar low cost fueron los apartamentos turísticos y las casas de turismo rural con un 32% y un 20% más de viajeros en cada caso. En los cámpings las cifras se mantienen mientras que en los albergues se redujo a la mitad en un año, al pasar de 10.952 a 5.817 visitantes.