El presidente del comité de empresa de Navantia en Ferrol, Javier Galán, y en Fene, Jorge Prieto, reclamaron ayer el "cese fulminante" del presidente de la compañía, José Manuel Revuelta, y de su equipo directivo por pérdidas de 224 millones de euros el año pasado.

Los representantes de los trabajadores aclararon que "se han multiplicado por ocho" las pérdidas con respecto a los 27 millones de 2014 y que, las mermas de 2015 son menos que los 205 millones acumulados en el periodo 2011-2014. Critican que las cuentas "no cuadran" cuando desde la firma naval anunciaron que en 2015 se incrementaron las ventas en un 26%.

Ambos comités denunciaron además los "anuncios políticos" de los últimos meses, en relación al encargo, todavía "sin firma", de dos LHD por parte de la Marina australiana, cinco corbetas desde Arabia Saudí y cinco de F-110 para la Armada Española, unas peticiones que "no se llevarían a cabo, en todo caso, hasta mediados de 2017".

Los operarios del astillero ferrolano trabajan en la actualidad la construcción del flotel de Pemex, previsto para julio de este año, y está programada la puesta en quilla del buque de acción marítima (BAM) para el 29 de abril, quedando el departamento de reparaciones como el "único" con capacidad productiva en el futuro. Mientras, en el astillero de Fene trabajan en las 29 estructuras de eólica marina para Iberdrola y cinco de gran envergadura para Statoil, dentro de la eólica offshore, cuestión por la critican que "no hay nada de construcción civil ni naval" y "está dejando de ser un astillero".

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, se pronunció por la reclamación de dimisión del presidente de Navantia y abogó por mantener "la confianza" en la actual dirección por sus "éxitos" con la eólica marina y el concurso para la construcción de dos buques para Australia. Conde también descartó que Navantia y Barreras teman que no reciban el pago por parte de Pemex de los floteles.