Los ayuntamientos gallegos empiezan a capear la crisis. Eso es al menos lo que se desprende de la partida de gastos que reservaron el año pasado para pagar a su plantilla. Por primera vez desde hace cuatro ejercicios, los concellos dejaron de apretarse el cinturón y en 2015 aumentaron la partida dedicada a su personal. La cifra no se disparó (0,7% más), pero rompe una tendencia a la baja que había comenzado en 2011. En las cuatro diputaciones, por el contrario, se mantiene prácticamente la misma inversión en nóminas desde 2012, según datos del Ministerio de Hacienda.

Los ayuntamientos gallegos presupuestaron el año pasado 708 millones para su personal. Son cinco más que un año antes, pero 66 menos (un 8,5%) que en 2010. Desde entonces las nóminas en la administración local gallega habían caído hasta los 745 millones en 2011; 723 en 2012; 704 en 2013 y 703 en 2014.

Aún así, todavía están lejos de los 641 millones que se apartaron para ese concepto en 2007. Durante la crisis, los entes locales realizaron un gran esfuerzo para ahorrar en nóminas, aunque nunca llegaron a destinar cantidades inferiores a las que asignaban antes de las crisis.

Con respecto a 2014, todas las partidas destinadas a las nóminas de los trabajadores, excepto las de altos cargos y otro personal, aumentaron el año pasado. Hay tres que suman nueve de cada diez euros que los ayuntamientos reservaron para pagar a sus empleados.

La partida más cuantiosa es la del personal funcionario (que representa el 41% del total), con un total de 294 millones; le sigue la del personal laboral (26%), con 186 millones, y en tercer lugar, las cuotas, prestaciones y gastos sociales (24%), con 170 millones. En otras partidas como la de los altos cargos se gastaron 23,3 millones o en incentivos al rendimiento, 17 millones.

Entre 2011 y 2014, los concellos se apretaron el cinturón. Sin embargo en el periodo 2007-2010 los ayuntamientos aumentaron, por ejemplo, un 58% la cifra que destinaron a retribuir al personal eventual de gabinetes, es decir, a asesores que contratan sin ningún concurso público. Es el concepto que más creció de los siete en los que se desglosan los gastos de las respectivas plantillas.

Los ayuntamientos abonaron en 2010 en personal de confianza 8,8 millones, frente a los 5,6 de 2007. En 2015 fueron 5,8 millones, 100.000 euros más que un año antes. La partida dedicada a los sueldos de altos cargos aumentó de 2007 a 2010 un 23% (de 23 a 28,5 millones).

Pero a partir del año 2010, con la crisis golpeando con fuerza y las llamadas constantes a la austeridad de las administraciones públicas, los concellos aplicaron la tijera a las nóminas de sus plantillas. Pero no lo hicieron con la misma intensidad con la que habían aumentado estos gastos los años anteriores.

Si entre los año 2007 y 2010, la partida para el personal de confianza contratado sin concurso público aumentó un 58%, entre 2010 y 2015 el recorte ha sido del 34%. Algo parecido ha ocurrido con los altos cargos. De un incremento del 23% se ha pasado a un recorte del 17%.

Si los ayuntamientos rompieron en 2015 la racha de cuatro años de recortes en las nóminas de sus trabajadores, en las cuatro diputaciones la evolución ha sido diferente y en los últimos cuatro ejercicios el gasto se ha mantenido (133 millones en 2012 y 2013, y 130 en 2014 y 2015).

Al igual que ocurre en el conjunto de los ayuntamientos de la comunidad, el crecimiento de las nóminas en las cuatro corporaciones provinciales también se desbocó al comienzo de la crisis. Por ejemplo, entre 2007 y 2010, la partida para pagar al personal eventual de gabinetes creció un 164%, mientras que la de los altos cargos subió el 41% y la del personal funcionario el 23%.

En 2010, las diputaciones abonaron 2,4 millones en sueldos a altos cargos, mientras que tres años antes habían sido 1,7. En 2015 esta partida fue 1,9 millones. Entre 2010 y el ejercicio pasado las remuneraciones del personal laboral se desplomaron un 30%, la de los altos cargos bajaron un 20% y la del personal funcionario cayeron un 8%.

Casi todas las partidas relacionadas con las nóminas del personal de las cuatro corporaciones provinciales bajaron entre 2010 y 2015. La única que aumentó fue la de incentivos al rendimiento que pasó de 6,1 a 7,6 millones.

Al igual que sucede con los concellos, nueve de cada diez euros que las diputaciones reservaron para los gastos de personal fuero a tres partidas: personal funcionario (el 46% del total), con 60 millones; cuotas y prestaciones (24%), con 32 millones, y personal laboral (19%), con 25 millones.

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