El alcalde de Vigo, Abel Caballero, justificó ayer haber iniciado una ronda de contactos para "reactivar" y "aglutinar" al PSdeG como vía para apuntalar una alternativa al PP de Alberto Núñez Feijóo en las elecciones autonómicas de octubre, pero desvinculó su movimiento de cualquier intento de abandonar sus responsabilidades como regidor o presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). "Quiero estar ahí y no quiero ser ninguna otra cosa", declaró sobre una posible candidatura a liderar el partido. También borró de las quinielas también a la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva. El PSdeG está dirigido por una gestora tras la dimisión de su líder, José Ramón Gómez Besteiro, por su implicación en dos casos de corrupción bajo investigación judicial y l os socialistas se encuentran sin candidatos a las primarias ni al congreso de otoño para elegir nuevo secretario xeral.

La situación interna del PSdeG sirvió ayer de diana al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que aprovechó el movimiento de Caballero para reactivar a los socialistas para atacarlos. En su opinión, el alcalde de Vigo busca "alguien que pueda hacer, si tienen oportunidad, de vicepresidente de un presidente de Podemos" y señala que el PSdeG "asume que serán la tercera fuerza".