España volvió a beneficiarse en 2015 de la inseguridad en algunos de sus principales países competidores. Esto generó un nuevo trasvase adicional de no menos de un millón de turistas extranjeros hacia España, de los 2,1 millones que perdieron Túnez, Egipto y Turquía.

Los diferentes atentados en países competidores (en marzo museo El Bardo y en junio en Susa en Túnez; en octubre un avión ruso derribado en Egipto, desde abril el efecto de la guerra sobre Turquía y el boicot Ruso a los destinos turcos) han provocado intensos repuntes superiores al 10% en la llegada a España de turistas extranjeros.