El país contó durante el pasado ejercicio con un contexto macroeconómico inusualmente propicio gracias a la depreciación del euro, los tipos de interés bajos, la prima de riesgo en mínimos y el desplome del precio del petróleo.

Durante el pasado año, el sector turístico nacional contó con el impulso adicional para los viajes y el turismo de la insólita conjunción del desplome de los precios del petróleo y la depreciación del euro frente al dólar y unos bajos tipos de interés que beneficiaron al conjunto del sector. Las previsiones son que la situación económica no cambie durante este año.