Australia sigue siendo el mejor cliente para Navantia. En lo que va de siglo le ha encargado dos buques anfibios LHD, el Camberra y el Adelaide, similares al Juan Carlos I, y una docena de lanchas de desembargo. Ahora suma otros dos buques de aprovisionamiento de combate que se construirán en las instalaciones de Ferrol. El contrato que se acaba de adjudicar está valorado en 420 millones de euros (642 millones de dólares australianos). Es el mayor importe en la última década.

Además de volumen de negocio, lo más importante es que los trabajos, que se alargarán durante cuatro años, se realizarán de forma íntegra en Ferrol y darán a empleo a 3.000 personas. El único lunar de la operación radica en que no se empezará a cortar chapa hasta el verano del próximo año. El presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, Javier Galán (CCOO), que ve "muy positivo" la firma del contrato, recordó que hasta que arranquen los trabajos "lo único" que les queda a los empleados es el Buque de Acción Marítima (BAM) y la finalización del flotel para la empresa petrolera mexicana Pemex.

El contrato que acaba de hacerse público es para la construcción de dos buques petroleros y de suministro de la clase Cantabria, de 19.500 toneladas cada uno. El BAC Cantabria estuvo en 2013 en Australia para que la marina de este país probara sus prestaciones.

El vicealmirante australiano Tim Barrett indicó, según recoge la agencia Australian Associated Press, que fue quien adelantó la noticia de la firma, que la entrega de los barcos está prevista que se produzca entre 2019 y 2020, en vez de entre 2020 y 2024, como se había señalado meses antes.

El contrato quedó cerrado solo dos meses después de que Navantia fuese incluida en la lista de licitadores preferentes del Ministerio australiano de Defensa. Fue en 2014 cuando el Gobierno de este país convocó el concurso para la construcción de estos dos barcos logísticos. En agosto de 2015, Navantia presentó una oferta que resultó finalista, junto a la de las empresas surcoreanas Daewoo y Marine.

Al final, Navantia se ha impuesto en el último paso del concurso y ha confirmado su relación con la Armada australiana, ya que también se encuentra junto a otras dos empresas en la lista final de candidatas para la construcción de nueve fragatas a partir de 2018.

Las reacciones tras conocerse la adjudicación del contrato destacaron el gran impacto que va a suponer para Ferrol. Javier Galán, presidente del comité de empresa, reconoció que sus peticiones, por fin, fueron escuchadas. "Llevamos reclamando carga de trabajo desde hace más de tres años y hoy (por ayer) parece que se consolida un contrato muy importante para esta factoría y que va a suponer muchas horas de trabajo para más de 3.000 trabajadores", destacó.

Galán también recordó que este contrato podría revertir la situación de los "más de 3.000 trabajadores de compañías auxiliares que fueron despedidos hace dos y tres años, muchos de los cuales tuvieron que emigrar o pasar a formar parte de las listas del paro".

El comité de empresa de Navantia Ferrol también incidió en que, a día de hoy, este centro de trabajo "por si solo es incapaz de hacer ningún tipo de buque" y por ello trasladó que "la incorporación de jóvenes a la plantilla no es un capricho".

"Hacía muchos años", aseguró Galán, que en los astilleros ferrolanos "no trabajaban operarios de 63 años". "No es un capricho, sino que es una necesidad en esta factoría la incorporación de jóvenes y que de esta manera seamos por si solo capaces de hacer cualquier tipo de buque", sentenció.

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que la adjudicación garantiza empleo durante "cuatro años". Feijóo afirmó que "de confirmarse ese contrato supondría un cambio radical para el futuro de Navantia en Ferrol" lo que generaría "muchísimo empleo". Eso supone "un antes y un después en la situación laboral en Ferrol tanto para el astillero público como para las empresas auxiliares", finalizó.

El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez (FeC), consideró una "buena noticia" la adjudicación de los dos buques. Suárez trasladó que, a pesar de que el proceso de construcción no está previsto que se inicie hasta el verano del próximo año, "aún así puede marcar un punto de inflexión". "Y todo ello pese a la nefasta política industrial que está llevando a cabo el presidente de Navantia", José Manuel Revuelta, aseguró.

Por su parte, la primera teniente de alcalde de Ferrol, Beatriz Sestayo (PSOE), también catalogó como de "excelente noticia" la firma del contrato. Sestayo apostó por "mantener relaciones con otros países en vez de las hostilidades que a veces caracteriza a los gobiernos de derechas y que esta es sin duda una magnífica noticia para Ferrol".

El BNG de Ferrol también celebró el contrato ya que supone "un importante paliativo para una ciudad que agoniza", según un comunicado.