Suicidios y accidentes de tráfico coparon casi la cuarta parte de las muertes en Galicia el año pasado con 324 y 131 fallecidos respectivamente. El número de personas que se quitaron la vida es más del doble que las que la perdieron en accidentes de circulación, según la memoria de 2015 del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). Los muertos en las carreteras de la comunidad el año pasado, incluidos los siete fallecidos en el rally de Carral en septiembre, son una docena menos que los 143 del ejercicio anterior y cuatro más que los 127 de 2012. El balance es mayor que el que recogen estadísticas de otros organismos como la DGT ya que el Imelga recoge las muertes inmediatas y también las que se producen días después y en todo tipo de vías, no solo interurbanas.

Desde el Imelga alertan de que aunque la cifra global de fallecidos en siniestro de tráfico descendió, el porcentaje de conductores o peatones muertos que iban bajo los efectos de alcohol o drogas aumentó. Las pruebas realizadas por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico o de la Policía Local que intervinieron en estos controles determinaron que estos tóxicos influyeron en casi tres de cada diez fallecidos en las vías gallegas el año pasado. En concreto, en 28% de los siniestros mortales , lo que supone ocho puntos más que el ejercicio anterior.

El Imelga aplicó el estudio de toxicología a 114 de los 131 conductores, ciclistas y peatones fallecidos. De los casos analizados, una veintena -el 60% de los que habían consumido alcohol o estupefacientes- superaban la tasa de alcohol permitida al volante y otros cinco -el 5%- habían tomado psicofarmacos. En tres de los fallecidos se registró consumo de drogas y en otros tres sustancias estupefacientes en combinación con bebidas alcohólicas, mientras que la mezcla de alcohol y medicamentos se dio en dos de las víctimas mortales.

Varones de avanzada edad

En la radiografía de la mortalidad por esta causa que realiza el Imelga también se destaca que el 77% de los usuarios que perdieron la vida en siniestros de tráfico eran hombres. La accidentalidad se concentró en los grupos de mayor edad con 14 muertos entre 80 y 84 años y una docena entre 65 y 69 años. En el extremo opuesto, están 13 fallecidos con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años. La mayoría de los accidentes se produjeron entres los meses septiembre a noviembre con más de una quincena de choques en cada mes. En tres de cada diez siniestros murieron peatones, lo que explica que el 30% de los accidentes fuesen atropellos, la misma proporción que las salidas de vía.

En el Instituto de Medicina Legal se realizaron el año pasado 1.955 autopsias, 881 de ellas -el 45%- por muertes violentas, sobre todo por traumatismos, asfixias mecánicas y suicidios. Pese a la reducción de los casos de muerte violenta -un 7% menos en un año- el total de muertes investigadas por el Servicio de Patología Forense se incrementan cada año -un 25% más que las 1.830 analizadas en 2012 y veinte casos más que en 2014- debido a la intervención judicial en casos de muerte natural que creció en los últimos cuatro ejercicios.

Dentro de las muertes violentas, los 17 homicidios contabilizados en 2015 son uno menos que los 18 de 2014 y cinco por debajo de los 22 de 2012. Destaca la caída en la provincia de A Coruña en cuatro años -de 11 en 2012 a tres el año pasado- mientras que en Pontevedra los homicidios subieron en cinco casos, al pasar de seis a 11. De las siete subdirecciones del Imelga en las siete ciudades gallegas destacan Pontevedra y Vigo, con 16 cada una. En cuanto a los suicidios, Galicia registró 27 al mes si bien las 324 personas que se quitaron la vida el año pasado son un 18% menos que las 394, la máxima cifra en el periodo 2012-2015. Los suicidios se concentran en el norte gallego y las tasas en A Coruña y Lugo triplican a las de Ourense y Pontevedra.