El Parlamento ha aprobado hoy el Plan Estratégico de Galicia 2015-2020 con el que la Xunta pretende dotar de estabilidad económica a la Comunidad durante la segunda mitad de la década para buscar "certezas y huir de las improvisaciones".

Sin embargo, las organizaciones políticas de la oposición se han manifestado contrarias a este plan, que ven poco creíble, en la línea del pasado plan 2010-2014 que no cumplió en absoluto sus previsiones, según han dicho los parlamentarios de la oposición de uno y otro modo.

Los portavoces de las bancadas de la oposición entienden que si el plan de la Xunta no incluye las medidas que recogen las propuestas de resolución no es más que "un brindis al sol" que desde la Xunta no pretenden cumplir.

La aprobada en la jornada de hoy es, así, una estrategia a cinco años que la oposición no comparte, por lo que hoy de forma conjunta -PSdeG, AGE, BNG y Grupo Mixto- han votado a favor del rechazo del plan, una propuesta a instancia de las representantes del Grupo Mixto en la Cámara que no prosperó.

Tampoco salieron adelante las propuestas de resolución que no fueron transaccionadas, a pesar de que todas las propuestas de cada uno de los grupos de la oposición contaron con el respaldo de todas las formaciones, a excepción de la del PPdeG.

El texto presentado por el Ejecutivo se ha aprobado hoy, incluyendo, por unanimidad, 71 propuestas transaccionadas con la oposición, 3 con el Grupo Mixto, 29 con AGE, 7 con el BNG y 32 con el PSdeG.

Acuerdos que, durante el debate mantenido hoy en el Pleno del Parlamento, los diputados de la oposición han considerado insuficientes y carentes de intención de diálogo por parte de los populares, mientras que para el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, acreditan que el aprobado hoy es un proyecto "abierto a las contribuciones", además de "muy ambicioso" por lo que "va a ser útil gobierne quien gobierne".

Puy ha explicado que su formación ha aceptado transaccionar "una cuarta" parte de las propuestas de resolución presentadas por el resto de los grupos, todas las que era factible, ha dicho.

El resto de ellas, no han podido ser transaccionadas -según ha explicado- puesto que unas "no obedecían a la lógica interna que debe tener un Plan Estratégico" y otras ni siquiera se referían a competencias propias del Gobierno autonómico.

Por el contrario, Consuelo Martínez del Grupo Mixto ha lamentado la "falta de disposición para llegar a acuerdos" por parte del grupo mayoritario, con el que han transaccionado aspectos referentes a los estereotipos de género o a las personas refugiadas.

El portavoz nacionalista en el Parlamento ha insistido en que "este plan no es creíble" ya que los principios de la formación popular "no son congruentes con los objetivos que se enuncian", y que simplemente se deben a una "operación de propaganda".

Algunas de las propuestas transaccionadas con el Bloque hacían referencia al sector lácteo o al aprovechamiento de los montes.

Asimismo, Antón Sánchez de AGE se ha referido al "desastre" que exhibe el resultado del Plan 2010-2014, que acredita que el Gobierno "se equivocó en todas las previsiones" del anterior documento estratégico de Galicia.

Aspectos sanitarios y de vivienda han sido algunos de los que AGE ha conseguido transaccionar con los populares.

La parlamentaria del PSdeG Carmen Gallego ha insistido en que este Plan supone una "enmienda a la totalidad" a todas las políticas del PPdeG desde que llegó a la Xunta, "no solo en el diagnóstico sino en muchos de los objetivos que persiguen".

Con los socialistas se han acordado transacciones referentes a igualdad o empleo, entre otras.

Sin embargo, este es para la Xunta un documento clave para diseñar la "Galicia del futuro" y que contempla como principios irrenunciables el blindaje del gasto social con el refuerzo de la inversión en educación y sanidad sin subir impuestos, el inicio de una senda de reducción del endeudamiento de la Autonomía, el mantenimiento de la solvencia de la Comunidad y la sostenibilidad del gasto público.

El Plan establece entre sus objetivos consolidar un crecimiento económico sostenido con un avance anual del PIB superior al 2,5%; y aumentar en 100.000 el número de empleos hasta el año 2020, lo que permitirá reducir la tasa del paro hasta el 10%.

Otras de las prioridades que contempla son duplicar el gasto en I+D, seguir reduciendo la tasa de abandono escolar temprano, o reducir la población en riesgo de pobreza y exclusión social en 100.000 personas.