En Marea busca ampliar su base por la izquierda. En un contexto en el que el PSdeG-PSOE se encuentra sin cabeza visible y el BNG suma bajas entre sus filas, el líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, lanzó un guiño a las bases socialdemócratas y nacionalistas para sumarse a su proyecto. "Hay sitio para todos y todas", apeló ayer durante la primera asamblea de la coalición, en un momento marcado por las diferencias entre los socios tanto por la fórmula para concurrir al 26-J -Anova insiste en crear un partido instrumental- como por el pulso por controlar el proceso para concurrir a las elecciones autonómicas.

Los socios de En Marea rebajaron la tensión surgida en los últimos días. Beiras se fundió en un abrazo con la número tres de Podemos, Carolina Bescansa, y la diputada de Esquerda Unida (EU), Eva Solla, al que se sumó la responsable de la formación morada en Galicia, Carmen Santos. Fueron los tres primeros los que intervinieron en la mesa de apertura de la asamblea y lanzaron una oferta a PSdeG y BNG para "echar al PP" del poder.

Sin embargo, no buscan, tal y como aclararon, acercar posturas de cara a una posible candidatura conjunta a las elecciones autonómicas. "Se trata de abrir un espacio de comunicación para especificar posturas y estrategias", trasladó Bescansa.

Desde Esquerda Unida, Eva Solla apeló "a la responsabilidad" y emplazó a "todas las fuerzas de izquierdas, nacionalistas y federalistas, a que se pongan a trabajar con En Marea".

Fue algo pactado entre las tres fuerzas -Anova, Podemos y EU-y Beiras así lo asumió. Sin embargo, acompañó esta invitación al diálogo con críticas muy severas a PSdeG y BNG. A los socialistas los acusó de "traición" a los gobiernos municipales de las mareas. Les instó a "un cambio de actitud" y a superar el "corazón partío", en alusión a las diferencias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. El líder de Anova les emplazó a recuperar la ideología socialdemócrata de sus siglas y dejar de lado el socialismo de "Felipito tacatún".

Del mismo modo censuró el "aislacionismo" del BNG y le instó a replantearse "si es algo que favorece al pueblo gallego o es la hora de abrir espacios y alianzas que no tienen por qué ser en menoscabo de sus identidades propias ni formalizarse en forma de coaliciones electorales".

Pero Beiras no solo se dirigió a las cúpulas, apeló también a las bases de PSdeG y BNG a las que ofreció sumarse al proyecto de la izquierda rupturista. "Nosotros contribuiremos a ofrecer vías de salida a la militancia del PSOE que quiere recuperar su proyecto socialdemócrata", ofreció.

De la misma manera, dio la "bienvenida" y "saludó" a todas aquellas personas nacidas del nacionalismo emancipador que son capaces de escoger entre la lealtad a la ciudadanía y la obediencia a aparatos", en alusión a la UPG. El líder de Anova. consciente de que su alianza con fuerzas estatales como Podemos y EU frena el acercamiento de los nacionalistas dirigió parte de su discurso a reivindicar su defensa de la soberanía de Galicia y su capacidad de autodeterminación. "Si no hacemos alianzas nacionales no podremos romper la tiranía del Estado español", alegó. Además recordó que Podemos ha asumido "la realidad plurinacional de España". "Hay sitio para todos y todas sobre dos motores: identidad irrenunciable como pueblo y lealtad al común de la ciudadanía", invitó. Y además marcó su territorio ante sus socios de coalición al reivindicar que Galicia fue el origen del 15-M con el movimiento Nunca Máis y poniendo como referente histórico las Irmandades da Fala.

Por otra parte, la responsable de Análisis Político y Programa de Podemos, Carolina Bescansa, aseguró que lo que tendrán las fuerzas de la izquierda rupturista después de las elecciones generales del 26 de junio y de las autonómicas que se celebrarán en otoño en Galicia "no" será un "banco de oposición" sino que será "un banco de gobierno".