El colapso en los juzgados gallegos se suavizó el año pasado al recibir menos carga de trabajo. Casi 443.000 pleitos, lo que supone un descenso del 5,8% respecto a 2014 y la cifra más baja desde 2007. Este cambio de tendencia se dio sobre todo en las jurisdicciones de lo Social -que abordan casos de derecho laboral y Seguridad Social- y de lo Contencioso-Administrativo -que tramitan conflictos entre los ciudadanos y las administraciones-, donde el número de causas se redujo un 12% y un 10% respectivamente en 2015. También bajaron los asuntos en los juzgados de lo Penal, con un 8,4% menos de actividad. La excepción son, sin embargo, los tribunales que se encargan de los pleitos civiles.

El aumento de la litigiosidad en los órganos judiciales de primera instancia se incrementó en 3.239 casos (+2,7%), hasta alcanzar los 123.758 asuntos. El repunte es más llamativo si se comparan las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con las cifras de 2008. Durante la crisis los pleitos por los impagos de deudas repuntaron un 25% al ingresar 24.354 conflictos más. O lo que es lo mismo, casi 90 más para cada uno de los 151 juzgados de este ámbito.

Ni siquiera con la entrada en vigor de las tasas judiciales disminuyó el número de causas. Así lo refleja el balance de 2013 con un 6,5% más de procesos del ámbito civil. En esta jurisdicción se dirimen los procesos de Familia como herencias, menores o violencia contra la mujer, pero este grupo solo concentra el 17% del total de las demandas y la mayoría están relacionadas con deudas que denuncian bancos, entidades financieras, centros comerciales, comunidades de vecinos, empresas o particulares.

Cada tribunal de primera instancia de la comunidad ingresó 819 procesos desde el inicio de la crisis, una media que se rebasa en A Coruña con 900 asuntos por cada uno de los 55 juzgados que tratan procedimientos civiles hasta sumar un total de 49.597. El repunte de los casos por reclamaciones de impagos respecto al inicio de la crisis en la provincia coruñesa alcanza el 25%, igual que en el conjunto autónomico. El aumento más acusado se da en Ourense, con un 31% más de procesos desde 2008 hasta los 13.496 pleitos civiles registrados en el año pasado. Si bien en números absolutos es la cifra más baja y le siguen los 14.081 conflictos por deudas entre particulares y empresas en Lugo, donde la litigiosidad en este área aumentó un 22%. En la misma proporción incrementó en los tribunales de primera instancia de Pontevedra, provincia que cerró 2015 con el ingreso de 46.527 causas.

En comparación con 2014, destaca A Coruña con un incremento del 7% y 3.383 casos más en este ámbito, por encima del 2,6% de incremento a nivel autonómico. También supera el aumento en la media gallega Pontevedra con un 4,1% más de litigios. En las provincias del interior, el repunte de las demandas judiciales por deudas se estancó en el último ejercicio con apenas una leve subida del 1%.

La congestión en los órganos de primera instancia varía bastante según el partido judicial, aunque en 21 de ellos, prácticamente la mitad, el número de litigios ingresados ha crecido. En concreto, en 2015 el dato más llamativo es el del partido de A Fonsagrada (Lugo) con un aumento del 80% aunque en números absolutos son 260. Y también en el de O Barco de Valdeorras (Ourense) con un 52% más de asuntos que recibieron el año pasado los juzgados que tramitan reclamaciones de los ciudadanos. Entre las grandes ciudades, A Coruña registra la mayor subida con un 12%. Le sigue Ferrol (+8,1%), Santiago (+3,7%) y Ourense (+2,4%). En Lugo, por el contrario, la cifra se mantiene y apenas cayó un 0,8%. Son 23 las áreas en las que la congestión en los tribunales civiles se suavizó y Becerreá fue en 2015 el partido judicial menos colapsado por las demandas por impagos de deudas, al reducirse en un 25% estos conflictos.