La ría de Ferrol vivió ayer la segunda muerte de un trabajador de Navantia en los últimos 14 meses. Un operario de una empresa auxiliar del astillero de Fene falleció al caer en un tanque de un barco desde una altura de cinco metros. En marzo de 2015, un operario de otra auxiliar de Navantia, en este caso del astillero de Ferrol, murió al caerle una pieza cuando realizaba trabajos de reparación en un buque.

El trabajador que murió ayer tenía 57 años y era natural de Asturias, aunque gran parte de su vida laboral la había realizado en Galicia. Vivía en Ferrol desde hacía varios años. El fallecido era un mando intermedio de la empresa Montajes Nervión, con sede en Bilbao, y tenía experiencia en varias compañías del sector. A pesar de que fue trasladado al servicio de Urgencias del hospital Arquitecto Marcide por una ambulancia del astillero, ya entró cadáver, por lo que fue derivado al hospital Naval, en donde se le realizó la autopsia.

El operario participaba en las tareas de reparación de un buque gasero, en las instalaciones del astillero de Fene, y, por causas que se investigan, se precipitó en el interior de uno de sus tanques tras caer desde una altura de cinco metros. Se da la circunstancia de que en el momento del accidente uno de sus hijos, que también trabaja para la misma empresa, le acompañaba, según fuentes del comité de empresa. Tras conocerse el suceso, la plantilla del astillero se reunió en asamblea y decidió paralizar la actividad durante la jornada de ayer y la de hoy.

La dirección de Navantia aseguró en un comunicado que "la prevención es la máxima de las prioridades del Comité de Dirección y de todos los que forman parte del mismo". Según la empresa, la investigación del accidente está en marcha, "siguiendo la normativa y el protocolo de procedimientos internos" y se pusieron "a disposición de las autoridades para colaborar en todas sus investigaciones". Por su parte, el secretario de CIG-Industria en Ferrol, Vicente Vidal, criticó las condiciones laborales en las que los trabajadores de las compañías auxiliares realizan su labor en los astilleros de la ría de Ferrol. "Con jornadas de lunes a domingo, con diez y once horas diarias, doblando turno y sin poder negarse a hacerlo, porque si lo hacen los echan a la calle", afirmó.