"Creemos en Cuba porque somos gallegos". Con esta sentencia concluyó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, su intervención en la apertura del undécimo Consello de Comunidades Galegas, el principal acto de la agenda que llevó al titular del Ejecutivo autonómico a realizar su segundo viaje oficial a Cuba, en el que, por supuesto, tampoco faltan los contactos para explorar las vías de negocio comercial con la isla.

Con representantes de unas cien comunidades gallegas procedentes de dieciséis países, la galleguidad rezumó por todos los poros. Y es que la asamblea se celebró en el antiguo Centro Gallego de La Habana -hoy Gran Teatro Alicia Alonso-, un emblemático edifico levantado por emigrantes gallegos donde en el año 1907 se estrenó el himno de Galicia. "La galleguidad sigue viva y queremos que lo siga estando por mucho tiempo", dijo, antes de insistir en la idea de que galleguidad y modernidad no están reñidas.

En esta línea, Feijóo destacó el esfuerzo de las comunidades gallegas para integrar las generaciones más jóvenes en los centros gallegos y en sus directivas y continuar siendo una "fuerza importante en el mundo". "Mientras otros se inclinan por permanecer al margen de las naciones que las reciben, la comunidad gallega opta por ser un ingrediente más", comentó. En su discurso, Feijóo reivindicó la figura de Manuel Fraga como un pionero cuando en 1991 realizó una visita oficial a Cuba. En el cierre de su discurso, Feijóo quiso trasladar a Raúl Casto el mensaje de que las relaciones entre Galicia y Cuba "viene de lejos" y que "avanzará también muy lejos".