Son la excepción. Un total de 19 ayuntamientos gallegos tienen deuda cero con sus proveedores. Son fundamentalmente pequeños concellos que mueven presupuestos modestos. Cuatro de estos municipios están en la provincia de Pontevedra (Campo Lameiro, Cerdedo, Cuntis y Moraña), uno en Lugo (O Incio) y el resto en Ourense (Leiro, Beariz, O Bolo, Lobeira, Lobios, Paderne, A Peroxa, Pontedeva, Quintela de Leirado, Ramirás, Sandiás, Verea, Vilamarín y Vilar de Santo).