Mejorar la productividad de los empleados, reducir costes y ayudar a conseguir lo que algunos llaman la mejora del retorno en la vida. Con este objetivo la Xunta puso en marcha en 2014 el teletrabajo y la flexibilidad horaria para sus trabajadores públicos. Las dos medidas encaminadas a favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar han tenido una implantación muy dispar, según revela el balance de la Consellería de Presidencia a a 31 de mayo. En el caso del horario flexible, que da más libertad de entrada y salida para completar la jornada laboral, el número de beneficiarios en la administración gallega alcanza los 8.953, mientras que a la fórmula del teletrabajo tan solo se han acogido 150. El colectivo acogido a la flexibilidad horaria ha aumentado en más de 500 trabajadores desde diciembre, lo que supone un incremento del 6,2% en los últimos cinco meses.

En el caso de los que trabajan desde casa ya son casi el doble que hace un año, 150 frente a los 70 que había en mayo de 2015. Pero esta cifra dista mucho de los 2.000 funcionarios que el Ejecutivo autonómico estimaba que llegarían a desempeñar sus tareas desde sus domicilios. En esta modalidad, las denegaciones alcanzaron las 58.

Los casi 9.000 empleados acogidos a la flexibilidad horaria representan ya más de la mitad de los 17.000 con derecho a esa opción, a la que no tienen derecho los colectivos docente, sanitario y del ámbito judicial. Más de mil beneficiarios de la modalidad de jornada flexible son trabajadores que tienen hijos mejores de 12 años o personas dependientes a su cargo. En el conjunto de la comunidad, más de la mitad de las concesiones corresponden al personal que presta servicios en el ámbito periférico (62,40%) frente al 37,60% restante que corresponde a personal de servicios centrales de la Xunta.

¿En qué consiste la jornada flexible? Los empleados públicos tienen un horario fijo de 09.00 a 14.30 horas, en el cual deben estar en sus puestos de trabajo -el horario habitual es de 07.45 a 15.15 horas, de lunes a viernes-. Pero los que se acojan a esta modalidad podrán completar las 37,5 horas semanales entrando o saliendo más tarde, según sus necesidades. Además, los funcionarios disponen todos los días de 30 minutos para compensar los retrasos de la entrada en el puesto de trabajo.

Otra opción que puso en marcha la Xunta hace ya más de dos años es el teletrabajo, reservada para aquellos trabajadores con más de dos años de antigüedad y que tengan experiencia por prestación de servicios en puestos con funciones y tareas análogas al del puesto para el que solicita este derecho. La posibilidad de trabajar desde casa tiene un año de duración, aunque puede prorrogarse, pero no será compatible con la jornada flexible. El pasado mes de mayo comenzaron las primera prórrogas. A los 70 empleados autorizados hace un año para trabajar desde su domicilio, la Xunta les amplió el permiso un año más.

Por departamentos, las consellerías que cuentan con un mayor número de teletrabajadores son Presidencia (43), Vicepresidencia (21), Medio Rural (19), Sanidade (19), seguida de la antigua Consellería de Traballo e Benestar (15) y la antigua Consellería de Medio Ambiente (12) y la actual (4), Facenda (8), Mar (3), Cultura, Educación e Ordenación Universitaria (2), el actual departamento de Política Social (1), Economía e Industria (1) y la actual Consellería de Economía, Emprego e Industria (3).