Al menos tres días seguidos en los que el 10% o más de las estaciones meteorológicas de la zona analizada marcan temperaturas máximas que superan en un 95% el valor de las máximas diarias de los meses de julio y agosto en el periodo 1971-2000. Esa es la definición que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de olas de calor y en base a ese criterio establece que en España hubo 84 fenómenos de este tipo en cuatro décadas. En la comunidad gallega, los episodios de calor intenso se concentran en los últimos 30 años con nueve: el más reciente en 2013, dos en 2006, uno en 2003, uno en 1998, uno en 1995, dos en 1990 y la primera en este periodo se remonta a agosto de 1987. A nivel nacional, la ola de calor del verano pasado fue la más larga de la historia al prolongarse 26 días pero en Galicia pasó de largo. A diferencia del resto de España, donde el mercurio osciló entre los 36 y 40 grados, en la comunidad gallega apenas afectó al quedar el interior en máximas de 34 grados y el litoral en 28. Estas cifras no sobrepasaron la temperatura umbral para olas de calor en la geografía gallega, que se sitúa en los 31 grados en A Coruña, los 33 en Lugo y los 37 en las Rías Baixas y Ourense.

Pese a que el verano de 2015 fue cálido y seco en Galicia, la última ola de calor se registró del 5 al 9 de julio de 2013 con máximas de 40 grados en la ciudad ourensana, dos menos en las Rías Baixas y 31 en las urbes de A Coruña y Lugo. En 2006, un episodio de calor intenso durante cinco días a mediados de julio convirtió a Galicia en la sartén de España, con máximas de casi 42 grados en el sur y en el interior de la comunidad y 35 en la ciudad coruñesa. Aunque estos fenómenos suelen concentrarse en los meses de julio y agosto, en ese mismo año -en el que también se registró la mayor ola de incendios con 1.970 fuegos- hubo otro fenómeno de elevadas temperaturas a inicios de septiembre. Fue la más corta con solo tres días, del 4 al 6 de ese mes. La más larga, por el contrario, se produjo en 2003 y se prolongó casi dos semanas, del 30 de julio al 14 de agosto. Destaca además que tanto del 17 al 24 de julio de 1990 como en las mismas fechas cinco años más tarde las olas de calor que afectaron a la comunidad duraron más de una semana. La de agosto de 1987 y la del mismo mes de 1998 se quedaron en las seis jornadas. El resto oscilaron de cinco a tres días. En total, hubo 60 días en tres décadas con máximas a este nivel.

El delegado de la Aemet en Galicia, Francisco Infante, destaca que aunque en un verano caluroso puedan darse varios días en los que las máximas superen el límite establecido para hablar de ola de calor -aclara- el termómetro no puede dar un bajón por la noche. Sobre la posibilidad de que la próxima época estival puedan darse estos fenómenos advierte de que todavía es pronto para hacer previsiones pero si se cumplen los pronósticos de los centros mundiales de meteorología y viene un trimestre marcado por temperaturas superiores a la media y, al mismo tiempo, las precipitaciones son escasas es "probable" que se viva alguna ola de calor.