Nadie duda que el sector de la construcción ha sido el más castigado por la crisis. Pero ponerle números al crack del ladrillo siempre impresiona. Desde 2010, este sector ha perdido un tercio de su valor en Galicia y ha destruido cuatro de cada diez empleos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

La contabilidad regional ofrece una radiografía certera del Producto Interior Bruto (PIB) gallego y muestra los sectores que no han aguantado la crisis, pero sí otros que han logrado mantenerse e incluso crecer. En el primer caso, además de la construcción, están las actividades financieras y de seguros. En el segundo, la agricultura o el comercio, y en el tercero, las actividades inmobiliarias, profesionales y artísticas.

El PIB gallego está dividido en diez grandes ramas de actividad. De ellas, la mitad aumentaron su valor entre 2010 y 2015 y las otras cinco lo perdieron.

Entre estas últimas destaca, como era de esperar, la construcción. Desde 2010, su relevancia en la economía de la comunidad se redujo un tercio. De los 5.403 millones de ese año a los 3.449 de 2015. Un 36% menos. Su peso pasó de representar el 9,4% del PIB gallego al 6,1%. En el mismo periodo, la economía gallega retrocedió un 2,3%.

Pese a todo, se empieza a ver la luz al final del túnel ya que en 2015, por primera vez desde que arrancó la crisis, aumentó el valor del sector de la construcción en la comunidad: de 3.254 millones a 3.449. Un 5,9% más. También lo hizo el PIB gallego un 2,1% El sector de la construcción no solo ha perdido un tercio de su peso en la economía gallega en los últimos seis años, también ha destruido hasta el 41% de los puestos de trabajo. En 2010 eran 89.700 personas, mientras que en 2015 la cifra se redujo a 52.300. Si durante el pasado ejercicio aumentó el peso en el PIB, no ocurrió lo mismo con los empleos que por octavo año consecutivo volvieron a caer (-4%). La construcción también fue la actividad que más rebajó la remuneración de sus asalariados: un 42,9% entre 2010 y 2015.

El segundo sector que más ha acusado la crisis en la comunidad ha sido el de la industria que ha perdido el 6% de su valor (ha pasado de 8.005 millones a 7.455). Es, junto a la construcción y a las actividades financieras y de seguros (-21%), la que también más empleos ha perdido en los últimos seis años (-15%).

La parte positiva del sector productivo gallego durante la crisis la protagonizan las actividades inmobiliarias, las profesionales y el comercio. Las primeras crecieron entre 2010 y 2015 un 16%, pero esta buena salud no se debe a una razón económica sino al cambio de la forma de realizar el cálculo que se realizó en 2010. Esta actividad no solo recoge la compraventa y alquiler de bienes inmobiliarios (muy bajos durante este periodo) sino también una estimación de lo que pagaría cada persona si tuviese que alquilar la casa en la que vive, aunque sea de su propiedad. Debido a que desde el arranque de la crisis hay menos hogares, un aumento de esta partida solo es debido a que se ha incrementado el valor de vivir en una casa.

Las actividades profesionales, científicas y técnicas también crecieron por encima de los dígitos (14%) en los últimos seis años. De 2.504 millones a 2.905. Por último, el comercio tuvo un incremento del 5,3%. Es la actividad que más aporta al PIB gallego. De cada diez euros que se mueven en la comunidad, dos los genera este sector. De los 55.701 millones que supuso el PIB de Galicia en 2015, 11.945 procedieron de esta actividad.