Cántigas da Terra, coro que cumple un siglo de existencia este año; Xerardo Estévez, un arquitecto urbanista "sin el que sería imposible entender la ciudad de Santiago tal y como es hoy en día"; María Teresa Miras Portugal, bioquímica y neurocientífica con más de cuatro décadas a sus espaldas de investigación y presidenta del comité de expertos para el estudio de la reforma de la universidad española; Alfredo Conde, político y escritor cuyos libros han sido traducidos a varias lenguas, y Xosé Antonio Vilaboa Barreiro, "uno de los mejores embajadores del Camino de Santiago y de nuestra cultura en el exterior". Esos son los nombres elegidos por la Xunta para la Medalla Castelao de este año.

El Gobierno gallego hizo ayer pública la decisión, pese a que fue en el Consello de la Xunta del jueves cuando se aprobó el decreto por el que se concede esta distinción a gallegos cuya obra se considera "merecedora del reconocimiento de toda Galicia".

Las distinciones se entregarán el 28 de junio. En todo caso, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, trasladaba ya ayer su felicitación a las personas y entidades reconocidas con la medalla, a las que considera "un ejemplo vivo para las nuevas generaciones de gallegos".

Sobre Cántigas da Terra, el Ejecutivo alega que "haber mostrado por el mundo entero la riqueza de nuestro patrimonio histórico, artístico y cultural" le hace merecedor de esta distinción.

De Xosé Antonio Vilaboa Barreiro, de Forcarei (Pontevedra), presidente de la Federación Guipuzcoana de Casas Regionales y de la Enxebre e Pelegrina Confraría da Queimada en el País Vasco, la Xunta destaca su papel en varias agrupaciones gallegas en Euskadi y que pudo compaginar su trabajo como ingeniero de caminos con sus facetas como escritor, dibujante, conferenciante y escultor.

Alfredo Conde (Allariz), elegido diputado al primer Parlamento gallego, "fue prácticamente de todo", alega la Xunta, desde "marinero, político, profesor, dibujante, librero, empleado de banca..." para lograr ser "lo que quería desde niño: escritor".

En cuanto a Xerardo Estévez, que rigió el destino de la capital gallega desde 1983 hasta 1998 con un breve paréntesis, vio cómo la Unesco declaraba a Santiago Patrimonio de la Humanidad, y "en su doble condición de alcalde y arquitecto, promovió la conservación y transformación" de la ciudad. Sobre Teresa Miras Portugal, de O Carballiño, la Xunta enfatiza sus más de 250 artículos en revistas especializadas y sus variados reconocimientos.