Las facturas pendientes de pago a los proveedores siguen acumulándose en los despachos de las alcaldías. Aunque son cada vez menos las administraciones que incumplen los 30 días que fija la Ley de Morosidad para que pongan al día sus recibos, las que no se ajustan al plazo repiten mes tras mes. En el conjunto de las ciudades gallegas, salvo Ferrol que no figura en la tabla de grandes urbes del balance de Hacienda, la deuda con autónomos y pequeñas pymes el pasado mes de abril superó los 49,1 millones. Esta cifra apenas varía respecto al mes anterior (49,2 millones).

A Coruña se mantiene como la urbe con el mayor volumen de facturas impagadas (18,1 millones de euros, seguida de Lugo (12,17 millones). Les siguen en la taba Santiago (7,4 millones), Ourense (5,8), Vigo (3,6) y Pontevedra (1,8). Respecto al mes anterior, Ourense fue la más engordó sus deudas con los proveedores (18%), seguida de A Coruña (9,1%). Por el contrario, Pontevedra y Vigo, lograron reducirla, un 50,3% y un 18,5%, respectivamente.

La únicas que incumplieron el plazo para zanjar las deudas con sus proveedores fueron A Coruña (33,32 días) y Lugo (67,62 días). En el caso de la Xunta, el Ejecutivo autonómico puso el mes pasado sus facturas al día en 18,5 días, 3,5 días. Estos datos sitúan a Galicia como la tercera comunidad en régimen común que pagó con más agilidad a sus proveedores, solo por detrás de Canarias y Asturias.