Por primera vez en España muere más gente de la que nace. Galicia, sin embargo, lleva ya 28 años en números negativos. Y el declive demográfico en la comunidad gallega se acrecenta. Por séptimo año consecutivo en 2015 bajaron los nacimientos y se situaron en 19.412, un 1,1% menos que el año anterior. Por el contrario, las defunciones aumentaron hasta las 31.681 (un 5,9% más). El resultado es un saldo negativo de 12.269 personas, el más importante de España, y el peor registro de la historia.

Hasta 1988 la balanza poblacional de Galicia era positiva, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los nacimientos superaban las muertes. Pero a partir de ese año comenzó el declive. Se empezó con un desfase de solo 1.823 fallecimientos más que partos, pero en pocos años la pérdida poblacional alcanzó picos en Galicia de poco más de 10.000 habitantes (en 1996, en 1999, en 2013 y en 2014). Nunca, sin embargo, en la historia de la comunidad autónoma se había registrado un saldo tan negativo como en 2015. El descenso, por la diferencia entre defunciones y alumbramientos, se situó en 12.269 personas, el mayor desequilibrio de España. Esto significa que por cada niño que nace, se mueren 1,6 gallegos. Por detrás se coloca Castilla y León, con un saldo vegetativo negativo de 11.883. Y ya, a bastante distancia, Asturias (-7.089) y Aragón (-2.988).

En España, por primera vez, fallecieron 2.753 personas más de las que nacieron. Pero la evolución no fue igual en todas las comunidades. Diez de ellas perdieron población y solo siete tuvieron un saldo vegetativo positivo -a la cabeza se sitúa Madrid, con 17.912 nacimientos más que muertes-.

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La razón de la pérdida poblacional de Galicia es fundamentalmente la baja natalidad. Aunque en España el número de nacimientos también retrocede (un 2% menos), la comunidad gallega tiene la tercera tasa de nacimientos más baja del Estado. Por cada 1.000 habitantes en Galicia solo nacen 7,1 niños, una cifra que solo es más baja en Castilla y León (7) y en Asturias (6,2).

Los 19.412 alumbramientos registrados el pasado año son la cifra más baja de los últimos 13 años. En cualquier caso, la caída de la natalidad registrada en 2015 está entre las más bajas de los últimos ejercicios. Fueron más graves los desplomes sufridos en el número de partos en 2007 (con 2.000 nacimientos menos) o en 2012 (con un descenso de 1.362). Hace dos años el desplome de nacimientos pareció haber tocado fondo con solo 97 menos que el año anterior. Sin embargo, un año después, en 2015, vuelve a agravarse la situación y baja en otros 218.

El descenso sufrido en Galicia en el número de alumbramientos fue el segundo más bajo del Estado. Solo en Baleares registró una reducción más baja (0,9%). Y a la cabeza en la caída de la natalidad de 2015 estuvo Cantabria (-4,3). Y al nacer menos niños, la población es cada vez más vieja y, por lo tanto, hay más defunciones. Galicia tiene la tercera tasa de mortalidad más alta de España, después de Castilla y León y Asturias. El número de muertes por cada 1.000 habitantes es de 11,6. Y en el último año los fallecimientos crecieron un 5,9%, por debajo de la media estatal del 6,7%.

La disminución de la población en España volvió a acentuarse el año pasado cuando por primera vez desde que hay datos anuales, registró un crecimiento vegetativo negativo, es decir, murieron 2.753 personas más de las que nacieron.

El año pasado nacieron en España 419.109 personas frente a las 422.276 que murieron. Descontando a los nacidos y difuntos no residentes en el país, queda un saldo negativo de 2.753 personas, "la primera vez que esto sucede desde que se dispone de datos anuales", aseguran desde el INE.

Es además el sexto año consecutivo en que cae la natalidad, con un descenso del 2% frente a la subida del 6,7% experimentada en las defunciones. El resultado ya se vaticinaba al cabo del primer semestre, cuando habían fallecido en España 20.000 personas más de las que habían nacido.

Considerando el año completo, la estadística muestra que nacieron en España 419.109 niños, es decir, 8.486 menos que en 2014. Desde 2008, cuando fueron alumbrados 519.779 bebés tocando el máximo en 30 años, la cifra ha caído un 19,4%.

Mientras, ha caído de nuevo el número de mujeres en edad fértil, fenómeno que se viene repitiendo desde 2009 y que el INE atribuye a una mezcla de tres factores: son generaciones menos numerosas nacidas en la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de los 90; hay un menor flujo de inmigración y han subido las emigraciones en los últimos años.

Además, las mujeres cada vez esperan más tiempo para ser madres. La edad media de maternidad en España subió hasta los 31,9 años en 2015, frente a los 31,8 del año anterior. En sólo una década se ha incrementado casi dos años, pues en 2005 las ciudadanas eran madres antes de cumplir los 31. Sin embargo, ha subido la media de hijos por mujer, que se situó en 1,33 frente a los 1,32 del año 2014.