La Xunta tiene previsto publicar en otoño el decreto que regula el alquiler de viviendas de particulares en vacaciones y muchos ya han decidido regularizar su situación y rentar sus inmuebles dentro de la legalidad este verano. Las más de 7.000 camas repartidas por la geografía gallega, que el Clúster Turismo de Galicia estima que particulares tienen en alquiler para turistas y por las que no pagaban impuestos porque no estaban declaradas, no pasaban nunca por las inmobiliarias. Desde el sector inmobiliario ya se ha empezado a notar un aumento de consultas para pedir información y prevé que este verano las inmobiliarias hagan su agosto y obtengan cifras récord al captar cientos de nuevos clientes.

El responsable de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, prevé que el cambio ya se note en la época estival porque -aclara- "la mayoría ya conoce la norma que prepara la Xunta, por lo que el que ya tiene intención de regular su situación se va a poner al día cuanto antes". Una minoría, según apunta, optará por mantener su alquiler de manera clandestina este verano y también los siguientes con la norma ya en vigor. "No creo que se den casos de propietarios que este año, antes de que salga el decreto, no declaren al apartamento y el que viene sí", argumenta.

Iglesias recuerda que la oferta de plazas de alojamiento al margen de la ley no solo le afecta a los empresarios turísticos de hoteles, pensiones, casas de turismo rural y apartamentos reglados sino también a las inmobiliarias porque "muchos contratos de alquiler eran opacos y no pasaban por ningún sitio para garantizar su legalidad". Por eso, el representante de las inmobiliarias gallegas celebra que con el decreto que ultima la Axencia de Turismo de Galicia los contratos de alquiler entre particulares se inscriban en el registro de la Xunta puedan competir "en igualdad de condiciones". Apunta además que las economías domésticas que cada verano se sacaban un dinero extra con el alquiler de una vivienda para turistas, pueden hacerlo igualmente y "con más garantías para el inquilino, ya que las condiciones de habitabilidad de algunos inmuebles no eran las mejores, y también mayor seguridad para el propietario".

Al margen de la aprobación del decreto del Gobierno gallego, las inmobiliarias de la comunidad confían en aumentar sus contratos este verano por el repunte de los alquileres de apartamentos turísticos desde el inicio de la crisis. "Es un mercado en alza que cada vez tiene más aceptación", destaca el representante de la Fegein.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) constatan esta afirmación porque solo en 2015 el número de viajeros alojados en este tipo de alojamientos subió un 37%, mientras que en comparación con antes de la crisis la cifra de visitantes que optan por alternativas más económicas que los hoteles y optan por un piso de este tipo se duplicó. Desde Semana Santa, las agencias inmobiliarias ya han notado un aumento del volumen de negocio y también la recuperación de un turismo local "perdido en la última década" por el boom de viajar a otros países, sobre todo al Caribe.

El turismo ahora "vuelve a sus orígenes" y la gente ahora ya se decanta de nuevo a "alquilar pisos por un mes entero". Iglesias sitúa el norte de Lugo como "la gran sorpresa", sobre todo en Viveiro, en especial debido a "los bajos precios" para rentar una casa o apartamento en periodo vacacional. Lo mismo ocurre en localidades coruñesas de O Barbanza como Ribeira, Palmeira, Boiro, Pobra do Caramiñal o Rianxo. Este último municipio ha generado mucho interés -destaca- entre familias y matrimonios de más de 50 años que buscan "un lugar tranquilo en el que pasear y disfrutar de la gastronomía". En las Rías Baixas, se mantiene Sanxenxo y Portonovo y vuelven a resurgir en el mercado del alquiler de verano Cambados, O Grove, Bueu y Cangas.