El aviso que lanzó ayer el responsable de Organización del BNG, Bieito Lobeira, de revisar los pactos de gobierno con los socialistas tras la ruptura del bipartito en la Diputación de Lugo no afectará a las alianzas entre socialistas y nacionalistas en las corporaciones provincias de A Coruña y Pontevedra. Tanto el PSOE como el BNG de ambas instituciones reconocieron ayer a este periódico que los pactos no están en riesgo y que la crisis se circunscribe de forma "puntual y excepcional" a la de Diputación de Lugo, donde el Bloque abandonó el Ejecutivo en disconformidad con el procedimiento para aprobar los presupuestos provinciales, dado que el PSdeG los cerró con el PP y el diputado no adscrito y alcalde de Becerreá, Manuel Martínez. Este último tiene abierto un expediente sancionador por parte del PSOE por favorecer inicialmente la Presidencia de la Diputación al PP y, posteriormente, tras una moción de censura para devolver al mando a los socialistas, bloquear las iniciativas promovidas por el BNG.

"En la Diputación de A Coruña, el gobierno es un bloque", defendió ayer el presidente de la corporación provincial, el socialista Valentín González Formoso. Para el también alcalde de As Pontes, PSdeG y BNG trabajan "todos a una, para cambiar la institución en beneficio de todos los ciudadanos". Formoso garantizó que el bipartito no corre riesgo alguno tras la ruptura del pacto de gobierno en la Diputación de Lugo. "El ambiente es inmejorable, hay muy buena sintonía y confianza mutua", destacó el presidente de la Diputación coruñesa en referencia a la relación con sus socios de gobierno. "Compartimos un mismo objetivo, que es llevar a cabo un proyecto de progreso basado en la optimización de recursos y en la puesta al servicio de los ciudadanos de la institución, y no al revés", concluyó Formoso.

En similares términos se manifestó la vicepresidenta de la Diputación de A Coruña y responsable del área de Organización e Política Institucional del BNG, Goretti Sanmartín, quien aseguró que "ni el pacto" con el PSOE en esta institución "ni el de Pontevedra están en riesgo o peligro". "No hay riesgo de una situación similar a la de Lugo, que es excepcional y puntual", garantizó la dirigente nacionalista, quien calificó de "deslealtad" por parte del presidente de la Diputación de Lugo, el socialista Darío Campos, lo ocurrido en el pleno del lunes para la votación de los presupuestos de la corporación provincial. La responsable de Organización del Bloque recordó que los socialistas negociaron las cuentas provinciales de este año con el PP a sus espaldas. "Si son dos fuerzas socias de un gobierno, lo normal es que los presupuestos los hagan los socios de gobierno y, lo que no se puede hacer, es pactar a espaldas", sentenció Sanmartín.

Con el PSOE en la Diputación de A Coruña, según aseguró, hay "sintonía total", y el acuerdo de gobierno funciona "perfectamente". "Seguimos trabajando juntos para transformar la institución", defendió.

Tampoco corre riesgo el acuerdo de gobierno en la Diputación de Pontevedra, Su presidenta, la socialista Carmela Silva, y el vicepresidente, el nacionalista César Mosquera, coinciden en que la crisis lucense "no es extrapolable". "Nuestra relación es extraordinaria", destaca Silva, que añade que PSOE y BNG forman "un gran equipo que está preocupado por resolver los problemas de los ciudadanos de la provincia, por encima de las cuestiones de partido". La máxima responsable de la Diputación se declaró además "encantada con el equipo de gobierno" que preside.

En la misma línea, César Mosquera sostiene que la crisis de gobierno abierta en Lugo "no tiene repercusión" en Pontevedra, en la medida en que el bipartito provincial "no se plantea ningún desencuentro". En todo caso, Mosquera admite que lo ocurrido en Lugo supone romper el pacto, dado que se estableció para las tres diputaciones que gobierna el bipartito. En esta medida "hay que revisarlo, porque está roto", si bien explica que no tiene porqué afectar a los gobiernos provinciales de A Coruña y Pontevedra, que mantienen la ruta de trabajo trazada para todo el mandato.

Añadió que desde la ejecutiva nacional del BNG no hay ningún acuerdo al respecto, por lo que entiende que si alguno de sus miembros, en relación a Bieito Lobeira, hizo unas declaraciones en el sentido de que todos los pactos quedaban rotos "o fue impreciso en sus palabras o quien las recogió las magnificó".

Sin embargo, Bieito Lobeira advertía ayer por la mañana en Lugo que la crisis en la Diputación lucense obliga a los nacionalistas "a revisar la política de pactos con el PSOE", porque, añadía, el BNG se considera "una fuerza política seria" que, cuando llega a un acuerdo político, "es para hacerle seguimiento y efectivizarlo". "En el resto de las instituciones, en las diputaciones de A Coruña y de Pontevedra, y otros ayuntamientos, lo que queremos es que esos acuerdos se cumplan", avisó.

En este sentido, Lobeira quiso dejar claro que esos pactos se estudiarán con "lupa", porque "establecen una serie de compromisos en cuanto a la funcionalidad de estas instituciones.

Lo que sí se produjo ayer fue la renuncia efectiva de los dos diputados del BNG en la Diputación de Lugo, Antonio Veiga y Xosé Ferreiro, a sus cargos en el gobierno provincial. Dejaron sus despachos con las puertas abiertas, los ordenadores encendidos y los papeles encima de la mesa.