La distancia entre Xosé Manuel Beiras y Yolanda Díaz es cada día mayor y los mensajes que lanzan resultan casi contradictorios, a pesar de compartir alianza política. Un día después de que ambos coincidiesen en la cumbre de confluencias convocada por Pablo Iglesias en Madrid y el de Anova pidiese centrarse en redefinir En Marea para las elecciones autonómicas previstas para otoño antes de señalar posibles candidatos, la coordinadora xeral de Esquerda Unida (EU), Yolanda Díaz, no solo se desmarcó de esta recomendación, sino que fijó una fecha límite para ungir a un cabeza de cartel pactado entre las direcciones. "No podemos llegar al 25 de julio [Día de Galicia] sin persona de consenso", declaró tras la reunión del Consello Político Nacional de su formación, que analizó los resultados del 26-J.

La urgencia de Yolanda Díaz choca con las prioridades de Anova y aumenta la brecha abierta ya durante la campaña del pasado 20-D con la dirección de Esquerda Unida y los diputados podemistas de En Marea. Los nacionalistas les achacan falta de lealtad y su deseo de actuar por libre, además del escaso peso nacionalista en el discurso. Este punto resulta clave, considera Beiras, para ganar espacio electoral tras el golpe a sus expectativas en los comicios del pasado 26-J.

Anova desea primero fijar las reglas del juego de la Marea autonómica, aunque es consciente de la premura; Esquerda Unida y las mareas locales, con Marea Atlántica a la cabeza, tienen más prisas y quieren consensuar un nombre para que pueda ir dándose a conocer en la precampaña. Y mientras, Podemos Galicia sigue a su ritmo sin despejar aún cuándo consultará a las bases sobre repetir o no alianza.

Díaz apostó por una figura "de consenso" y sin disputas, de perfil ciudadano y no militante de alguna de los integrantes de En Marea. El favorito era el magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) Luis Villares, opción que se ha desinflado. También defendió la entrada de las mareas locales en el proceso. "Los intereses partidarios son muy legítimos, pero tienen que quedar al lado", dijo.

Sobre los resultados de las elecciones generales, en que perdieron casi 67.000 votos, un diputado y un senador, Yolanda Díaz reconoció que "no fueron los esperados, se subestimó al PP", pero reivindicó la consolidación de una propuesta con el 22% de votos.

La inmadurez del proyecto fue señalada como una de las claves para generar abstención en sus votantes, punto de vista calcado al expuesto por Pablo Iglesias, líder de Podemos, para justificar el gatillazo de su alianza con IU y quedarse lejos del esperado sorpasso al PSOE. "Es probable que haya la percepción de que aún no estamos preparados para gobernar", justificó Díaz, para la que también subestimaron al PP, "el único que gana [votos]".

Por su parte, Carmen Santos, secretaria general de Podemos Galicia, acudió ayer a la reunión de las direcciones autonómicas de su partido con Iglesias y vinculó el bajón con no comunicar bien su proyecto.