La Xunta ha terminado las obras de cierre de los puntos de vertido incontrolado de las localidades pontevedresas de Oia, Campo Lameiro y Crecente, lo que supondrá una mejora ambiental en la zona y la recuperación del paisaje.

Estas actuaciones se enmarcan en la campaña 2016, que cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros y se desarrollará hasta el próximo mes de diciembre. Asimismo, se incluyen la creación de puntos limpios y la eliminación de vertederos municipales para facilitar a los municipios sus competencias en materia de residuos urbanos y permitir a los ciudadanos realizar una correcta gestión de éstos, entre otras iniciativas.

En la actualidad, está en desarrollo la eliminación de estos puntos de vertido incontrolados en los municipios ourensanos de Rairiz de Veiga, Laza, Cualedro y Os Blancos y los pontevedreses de Rodeiro y Forcarei, según informó ayer la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio en un comunicado.

Además se llevarán a cabo actuaciones similares en el municipio coruñés de Boqueixón, en las localidades pontevedresas de Covelo, Marín, Vila de Cruces, Sanxenxo, Caldas de Reis, Cambados, Lalín, Pontecaldelas, Silleda y Vilagarcía; así como en las ourensanas de Monterrei, Bande, Lobeira, Muíños, Entrimo, Maside, Castrelo de Miño, Vilar de Santos y O Bolo.

Viviendas y obras

En concreto, los puntos de vertido incontrolado son pequeños focos en los que se depositan y acumulan restos sólidos que ocasionan prejuicios estéticos y ambientales al entorno. Entre los objetos más comunes en estas zonas, se encuentran algunos procedentes de viviendas, obras de edificación y residuos de construcción.

El objetivo de esta campaña es evitar el vertido incontrolado de residuos y reducir los riesgos que suponen para la salud pública, el paisaje y el medio ambiente. Además, permite regenerar la zona afectada y permitir que se integre de nuevo en el medio y el entorno, informa Europa Press.