Si la batalla parlamentaria evidencia la división socialista, la gran guerra tendrá lugar cuando se aborde la confección de las listas autonómicas. El PSdeG afrontará el proceso sin dirección, pues el congreso autonómico para elegir nuevo secretario xeral se ha pospuesto hasta después de las elecciones. El mando lo retendrán la gestora y Leiceaga, por lo que los críticos temen que no exista voluntad de integración.

El proceso debería partir de cada agrupación local con propuestas para incorporar a los candidatables, pero está por ver si la gestora trata de imponer cambios para los puestos de salida, como hizo el aún líder entonces, José Ramón Gómez Besteiro, con las listas del pasado 20-D. Entonces, modificó las propuestas de las bases en Ourense, tanto para el Congreso como para el Senado.

Un intento similar de la gestora podría avivar el conflicto interno a semanas de los comicios, pues el proceso de listas podría abordarse en septiembre, un mes antes de las elecciones.