Las cuatro diputaciones gallegas han vuelto en 2016 a unos presupuestos expansivos tras cinco años de ajustes. Y de la mano de este aumento de fondos también se ha producido un incremento de la partida dedicada a gastos del personal. Por primera vez desde 2010, los fondos conjuntos de las diputaciones de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra rebasan la barrera de los 500 millones (501). La última vez que se había superado esta cifra había sido en 2010 (560 millones).

Aumentan los presupuestos y también lo hace el montante que dedican a pagar a sus empleados. En 2016 las cuatro instituciones tienen previsto abonar 139 millones por este concepto. Es un 27,7% del total de sus presupuestos. Hay que remontarse a 2011 para encontrar una partida superior (142,1 millones).

Si se compara con el año anterior, los fondos anuales para 2016 se han incrementado un 3,3%, mientras que el gasto en personal ha subido un 6%. En la última década, los primeros han caído un 9%, mientras que el segundo ha subido un 14%.

Casi tres de cada diez euros de los que disponen las cuatro diputaciones gallegas para el actual ejercicio se destinan a abonar las nóminas de sus empleados. Es la partida más elevada de todos los gastos. El 27,7% sobre el total de los presupuestos que absorben las nóminas ha crecido 2,6 puntos con respecto al año pasado y 6,1 con respecto a hace una década.

Las cuatro diputaciones han optado por presupuestos expansivos para 2016 e incrementos del gasto de personal, aunque a diferentes ritmos. Tres de ellas, las de A Coruña, Pontevedra y Ourense, han subido sus presupuestos entre el 2,3% y el 2,6%. Solo la de Lugo rebasa esta cifra y llega hasta el 7,7%.

Si los presupuestos no superan un alza del 2,6%, a excepción de Lugo, la partida para abonar las nóminas sube en las cuatro por encima del 3,9%. La de A Coruña es la que posee el incremento más bajo (3,9%), mientras que la de Ourense se anota el mayor (8,5%). Por el medio están las de Pontevedra (5,6%) y Lugo (7,5%).

Por quinto año seguido, la institución coruñesa es la diputación con el mayor presupuesto de las cuatro, con 175 millones y vuelve a los niveles de gasto que tenía en 2011. Es el cuarto año seguido que aumenta sus presupuestos.

La segunda es la de Pontevedra (151,9 millones). Es el segundo ejercicio consecutivo de subida y retorna a las cifras que tenía en 2010. Lugo es la institución provincial con el tercer mayor presupuesto (96,3 millones). Crece por encima del 7% después de tenerlo congelado en 89,4 millones los tres años anteriores. Esta subida le hace estar en niveles de 2010.

Y por último, la de Ourense suma 77,7 millones y en 2016 se anota el tercer incremento consecutivo de su presupuesto. La última vez que se había acercado a esa cantidad fue en 2010.

En cuanto a la partida de gastos de personal, aunque la Diputación de A Coruña es la que tiene el mayor presupuesto global, es la de Pontevedra la que más dinero destina a las nóminas de sus trabajadores: 42,6 millones. El 28% del total. Pontevedra es la que más dinero se gasta en sueldos, pero es la de Ourense la que reserva una mayor cantidad. El 37,4% de sus gastos va dedicado a los sueldos de sus trabajadores.

La mayor cifra que esta institución destinó para pagar las nóminas fue en 2011 cuando reservó 31,1 millones. A partir de 2012, con la llegada a la Presidencia de la Diputación ourensana de José Luis Baltar, hijo del anterior presidente que había ocupado el cargo durante un cuarto de siglo, el montante ha disminuido todos los años hasta 2016 que ha vuelto a subir. Y si Ourense es la que más porcentaje reserva, A Coruña es la que menos: el 22,6%. Por su parte, la de Lugo tiene un porcentaje similar a la de Pontevedra: 28,5%.

Si se compara el esfuerzo en abonar las nóminas a sus trabajadores con respecto al presupuesto total en la última década, en A Coruña ha pasado del 32,5% al 22,6%; en Lugo, del 27,3% al 28,5%; en Ourense, del 23,8% al 37,4% y en Pontevedra, del 35,1% al 28%. La mayor rebaja se ha producido en A Coruña (10,1 puntos) y el mayor incremento en Ourense (13,6 puntos).