La tensión en torno a la confección de las listas para las elecciones autonómicas de otoño no se rebaja en las filas del PSdeG, con un candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, partidario de la "renovación", mientras que dirigentes con peso y críticos afines al exportavoz parlamentario José Luis Méndez Romeu, perdedor de las primarias, exigen en público y en privado que haya "integración" y no se "excluya" a "parte del partido". La diputada Carmen Gallego fue más allá y advirtió a Leiceaga: "Renovación no quiere decir que el que gana tenga que poner a sus amigos".

Los socialistas afrontarán este mes la confección de sus listas electorales después de que el Comité Federal validase la propuesta de la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, pactada con destacados miembros del partido y en contra de la idea de Leiceaga, de dejar esta cuestión para septiembre. Además, el candidato a la Xunta vinculó el éxito de su partido en las autonómicas con una renovación de la oferta.

Ese argumentó ha molestado a la mayoría del grupo parlamentario, que apostaba por Méndez Romeu como senador por designación autonómica en lugar de Modesto Pose, candidato proclamado tras las elecciones del 20-D. "Renovación precisamente no es Modesto Pose, que lleva toda la vida en el partido", afean en privado miembros del primer sector.

Gallego abogó por "dialogar y acordar" con el sector oficialista la integración de las candidaturas, que serán propuestas por los comités provinciales y ratificadas por Ferraz. "Y tengo que decir al candidato que integrar y cohesionar no son sinónimos de excluir", declaró. Apostó por "las mejores listas con las mejores personas, las que tengan más capacidad y proyección social".

El pleno del Parlamento aborda hoy la votación de la propuesta de senadores autonómicos. El método, votación secreta en urna, permitirá comprobar el grado de protesta del grupo mayoritario socialista, que prefería a Romeu. Fuentes socialistas descartan una estrategia conjunta de abstención o voto nulo, pero no que se produzcan muestras de descontento. En diciembre, cinco socialistas ya se abstuvieron cuando se votó a Pose. La portavoz parlamentaria, Patricia Vilán, apeló a la "responsabilidad" de sus compañeros, después de que Gallego pidiese su dimisión por no tramitar la propuesta de Pose de espaldas al grupo.