La última sesión de control al presidente de la Xunta de la legislatura concluyó con una discusión de tintes electorales cuando Alberto Núñez Feijóo aprovechó losproblemas del espacio de En Marea para lanzar un duro ataque. "Decían que iban a ser un referente de democracia interna y ahora hacen purgas internas. Las decisiones que se iban a tomar en las plazas se toman ahora en el despacho de Pablo Iglesias", le espetó a Antón Sánchez, de AGE, en alusión a las destituciones en Podemos a pesar de que el primero no milita en esta.

El tono resultó bronco de nuevo. Feijóo presumió de balance ante las críticas del viceportavoz de AGE, que le afeó dejar un legado de pérdida de 80.000 habitantes en Galicia desde su llegada en 2009 a la Presidencia de la Xunta y una caída de peso económico en el conjunto del Estado. "Pocos gobiernos en España finalizan con menos paro que cuando empezaron hace ocho años", se felicitó Feijóo, alegando que en 2009 el desempleo era de 212.000 personas y ahora de 207.000. "Nos está metiendo en un pozo sin fondo", lamentó Sánchez, que recordó la pérdida de uno de cada tres empleos en el sector rural.

El presidente, sin embargo, no respondió a su interlocutor cuando este le preguntó si consideraba que el tramo del accidente de Angrois era o no de alta velocidad y si el CIAFF era un órgano válido para investigar el siniestro tras el informe de la UE que censuraba el mismo.

El enfrentamiento agrio también marcó el cara a cara con la portavoz del PSdeG. Patricia Vilán acusó a Feijóo de favorecer a Bankia y a una empresa vinculada al exconselleiro de Medio Ambiente Agustín Hernández en la construcción del nuevo hospital de Vigo que, consideró "privatizado". El presidente del Ejecutivo le exigió "un mínimo de compromiso ético" ante sus "mentiras" y, en el fragor y del debate, incluso aseguró: "Cuando llegue al gobierno, no había un solo hospital público en Vigo". Tampoco existía "el concepto de transporte metropolitano", añadió.

En el enfrentamiento con Consuelo Martínez, del Grupo Mixto, acerca del impacto de la crisis sobre la tasa de suicidios, Feijóo pidió no vincular ambas cuestiones.