La Fiscalía del Tribunal Militar Central abrió el pasado mes de marzo diligencias de investigación por un presunto delito de falso testimonio contra Francisco Javier Jambrina, actual jefe de la Comandancia de A Coruña. La investigación fue archivada "por no revestir los hechos investigados carácter carácter delictivo alguno".

Las diligencias se abrieron tras la denuncia interpuesta por el comandante de la reserva Virgilio López Rico, ante la Fiscalía de Asturias, y finalmente remitida al Tribunal Militar Central. En la denuncia, se acusa al coronel Jambrina de mentir en un juicio contra López Rico, lo que derivó en una condena de seis meses de cárcel. Esta pena de prisión se debe a los insultos proferidos a Jambrina, al que afeó por carta que se hubiese dedicado a perseguirle mientras se fraguaba la venta de la dinamita del 11-M.

En el decreto dictado a finales del pasado mes de mayo, la Fiscalía del Tribunal Militar Central expone que "entre los fundamentos de convicción no se hace referencia en absoluto a lo relativo a la detención del denunciante; tampoco entre los fundamentos de derecho hay referencia alguna a esta circunstancia, situación que es la razonable por el objeto de la sentencia, porque de lo que se trataba era de determinar la responsabilidad penal que dimanaba del contenido de un escrito del denunciante, en el que se vertían expresiones de calidad injuriosa contra su superior".