Más acostumbrados al show, en los que llevan toda su vida inmersos, los componentes del grupo musical Los Suaves fueron los más extrovertidos, los que más se divirtieron en la recogida del galardón.

Y eso que su líder, Yosi, sigue hospitalizado tras caer el viernes del escenario en Santander y darse un fuerte golpe en la cabeza. Los otros cuatro integrantes no ocultaron su alegría de subir, en esta ocasión, a un escenario para recoger su Medalla de Oro. "Es lo máximo en el mundo que le puede pasar a un persona", dijo Charly Domínguez, que en un gesto de espontaneidad saludó con un "hola cuchi, cuchi" a su pareja -sentada entre el público- desde la tribuna cuando agradecía el galardón.

Francisco Leiro es poco amigo de los focos y de las palabras en público. Lo suyo, como dijo, es trabajar como muchos otros gallegos. Humilde y de carácter un poco huraño, como reconoció, fue Feijóo quien desveló que cuando le comunicaron la entrega de la Medalla, él respondió que era "excesivo", que "no lo merecía" y que había otros con más méritos.

Manuel Gallego Jorreto se declaró "abrumado y algo desconcertado" por el reconocimiento, que extendió a todos los arquitectos y a los que con su labor ayudan a construir la Galicia del futuro. Y Basilio Losada destacó que era el galardón más alto que había recibido en su vida y que también sería el último, ya que tenía "86 o 88 años de edad".

Los Suaves y Francisco Leiro, al igual que Feijóo, también tuvieron palabras de reconocimiento para las víctimas del accidente de Angrois en el que murieron 81 personas hace justamente tres años.