El PP va cerrando el círculo sobre la fecha de las elecciones gallegas. Primero, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, reconoció que serían en otoño. Después que serían sobre el 20 de octubre. El martes, a preguntas de los periodistas, insistió en que sería "previsible" a la hora de establecer la fecha de los comicios y ayer el secretario general del partido, Miguel Tellado, dio por hecho que se celebrarán en octubre.

En rueda de prensa, destacó que es a Feijóo al que corresponde poner fecha a las elecciones "de octubre" y recordó que fue el jefe del Ejecutivo el que situó la cita con las urnas "en el entorno del 20 de octubre", cuando se celebraron los últimos comicios autonómicos de 2012.

En el PP gallego son mayoría los dirigentes que asumen y dan por hecho que el presidente no sorprenderá con la fecha, anticipando a septiembre o agotando los plazos a noviembre para llamar a los gallegos a las urnas, y que el mes elegido será octubre.

De todas formas, Tellado defendió que la clave no está en qué domingo concreto elegirá el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para convocar las elecciones, sino en "lo que está en juego: la estabilidad política de Galicia".

El secretario general del partido aludió también a la situación política del Estado y advirtió de que "lo que está en juego es la estabilidad política de Galicia". También recordó el compromiso asumido por su jefe de filas de luchar para ganar las autonómicas y "garantizar" que la comunidad mantenga "una situación de excepcionalidad" con respecto al conjunto del Estado.

Preguntado sobre si la decisión final estará influida por lo que ocurra en Madrid, el dirigente popular defendió que Feijóo solo tendrá en cuenta "los intereses de Galicia". Recordó que, aunque electoralmente "lo más beneficioso" para el PP gallego hubiese sido adelantar las gallegas y hacerlas coincidir con las elecciones generales, Feijóo optó por mantener un calendario diferenciado.

"Nosotros miramos a Madrid porque no queremos que nos pase lo mismo, queremos tener la mayoría suficiente para la estabilidad política", reflexionó, antes de insistir en que Feijóo solo atenderá "a los intereses de Galicia" a la hora de fijar la fecha electoral.

Por último, esgrimió que "las decisiones de Galicia se toman en Galicia", algo que, ha contrapuesto, "no pueden decir todos" los partidos políticos.