La Encuesta de Población Activa (EPA) que se publica cada tres meses ofrece una perfecta radiografía del mercado laboral. Ayer se publicaron los datos del segundo semestre y muestran que en Galicia se perdieron 1.400 puestos de trabajo desde que arrancó el año. La EPA diferencia entre el sector público y el privado y fue el primero el que aglutinó la mayor destrucción. Ocho de cada diez empleos eliminados correspondieron a las administraciones públicas, que suprimieron seis empleos cada día en los seis primeros meses del año.

A principios de 2016 había en Galicia 812.300 asalariados. A mitad de año son 810.900. Es decir, 1.400 menos o el 0,17% menos. Los puestos de trabajo en el sector privado se mantuvieron casi inalterables. Pasaron de los 626.700 de enero a los 626.400 de junio. Solo 300 menos. Pero son las plantillas públicas (funcionarios, con contrato o temporales) los que más han notado los recortes de personal. De los 1.400 empleos que se han amortizado desde que comenzó el año, 1.200 correspondieron al sector público. O lo que es lo mismo, el 85% del total.

Esta caída del empleo público se ha producido después de que en 2015 el número de asalariados de la Xunta, el Estado, las diputaciones y los ayuntamientos de Galicia aumentase en 5.000 personas. Fue un año con dos caras: en el primer semestre se destruyeron 4.500 puestos de trabajo (dos tercios menos que en el primero de 2016) mientras que en el segundo se incrementaron en 9.600.

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De las 5.000 personas que se incorporaron durante el pasado año a alguna de las administraciones que hay en Galicia, el 78% firmaron un contrato temporal. Sin embargo, de las 1.200 plazas que se amortizaron durante el primer semestre de 2016, 1.100 tenían un contrato indefinido y solo 100 eran temporales.

Como consecuencia, el 79,2% de las plantillas públicas de Galicia están formadas por funcionarios o con contrato fijo, mientras que el 20,8% son temporales. Este último es el segundo porcentaje más alto desde 2011, tras el 21,8% que se alcanzó en el tercer trimestre del pasado ejercicio. Aunque en el segundo trimestre del año aumentaron en 1.100 los trabajadores públicos con respecto al primero, las 184.400 personas que pertenecen en Galicia a las distintas administraciones públicas son 20.500 menos que el máximo que se logró a principios de 2012. Ese año había 204.900 asalariados. En el segundo semestre de 2013 la diferencia con el máximo llegó a las 32.000 personas.

En el primer trimestre del año se rompió la tendencia de los dos trimestres anteriores en los que aumentó el empleo público. Desde 2013, las plantillas de las distintas administraciones no encadenan tres trimestres consecutivos de repuntes del número de trabajadores. Entre el primero de 2012 y el tercero de 2013 la comunidad encadenó cinco trimestres de recortes en los que se perdieron 20.500 puestos de trabajo en el sector público.

Pero la EPA no es la única que realiza una radiografía del mercado laboral. Cada seis meses, el Ministerio de Hacienda publica el Boletín estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas. El último, correspondiente al 1 de enero de 2016, muestra que en Galicia hay 149.648 empleados públicos. Son casi 1.000 menos que un año antes y 10.000 menos que en 2010.

El dato más interesante de este informe es que por primera vez, después de cinco años de recortes, la plantilla de la administración autonómica aumentó. El incremento solo ha sido de algo más de 400 personas, pero rompe una tendencia de destrucción de empleo que arrancó en 2010. Ese año, los efectivos de la Xunta sumaban 91.190. A 1 de enero de 2016 eran 86.499. De las 4.700 plazas que se han amortizado en este periodo, casi 4.200 pertenecían a la docencia no universitaria. Tanto las plantillas de las distintas consellerías como la de Justicia se mantienen sin grandes modificaciones.