Mientras Podemos cerraba ayer tres días de consulta a sus bases para decidir si se presenta en solitario a las elecciones autonómicas de otoño o busca una coalición con En Marea, el nuevo partido impulsado por Anova, Esquerda Unida y Mareas en Común aceleraba su ritmo de trabajo para tener listo su candidato a la Xunta la semana próxima. Solo maneja como opción a Luís Villares, magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), una apuesta que en las últimas horas se enfrenta a un nuevo obstáculo ante la negativa de Podemos Galicia, ahora ratificada por la dirección estatal, de concurrir a las elecciones autonómicas de otoño como coalición y no como partido instrumental. Estas condiciones por parte de la formación morada amenazan con echar al traste la candidatura de Villares, que solo aceptaría ser cabeza de cartel por A Coruña si el partido liderado por Carmen Santos se integra en el espacio rupturista bajo la fórmula de partido instrumental, al haber sido esto lo aprobado el sábado por la asamblea de En Marea.

Precisamente ayer el Consejo de Coordinación de Podemos celebrado en Madrid ahondó en la postura de los suyos al aprobar una resolución en la que indicaba que "Podemos Galicia no debe integrarse como un partido instrumental sino que debe acudir en coalición". Este criterio choca con lo aprobado por la asamblea constituyente de En Marea el sábado, en la que se decidió constituirse como partido instrumental. El propio alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, de Marea Atlántica, manifestaba el lunes que la opción de la coalición no es "ideal" y que la nueva organización "no está trabajando para eso", sino para presentarse como partido, como también reclama Villares. Esa asamblea contó con la participación de dirigentes de Podemos, como el diputado Antón Gómez-Reino, críticos con Carmen Santos y la actual dirección del partido en Galicia.

Las primarias para configurar la lista electoral de En Marea se lanzarán esta semana para resolverlas a mediados de mes, pero con el objetivo de perfilar un punta de lanza ya la próxima semana. Urgen los tiempos para dar a conocer su apuesta y que esta trabaje para elevar su conocimiento social, aunque en la alianza están convencidos de que su marca resulta más determinante que el candidato. En todo caso, apuestan por Villares por su condición de independiente y por lograr aglutinar las sensibilidades del nuevo partido.

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, evitó posicionarse ayer. "Si es un perfil que recoge consenso, tendrá muchas opciones", declaró el regidor de Compostela Aberta. Todo queda, por tanto, a expensas de unas primarias.

La elección de Villares por A Coruña supondría que Xosé Manuel Beiras ya no repetiría como cabeza de cartel por esa provincia, como sucedió como punta de lanza de AGE en 2012. De hecho, su presencia en las candidaturas es una incógnita a tenor de su edad, pues en mayo cumplió 80 años.

Tras la primera reunión de la coordinadora de En Marea para las próximas autonómicas celebrada este lunes, Noriega defendió una vez más una candidatura de consenso "asentada en la cooperación". En la misma línea, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, advertía de que espera que "nadie sienta la necesidad de competir" contra un candidato que "reúna" un "amplio consenso" de las distintas "sensibilidades" que conforman En Marea "actualmente".

El partido avanza contra reloj para presentar candidaturas antes del 22, fecha límite legal. El alcalde de Santiago considera que estarán preparados y que la reducción de plazos permitirá "acelerar los tiempos".

Pero mientras la nueva formación celebraba otra reunión ayer sobre el cronograma interno, esperaban con expectación la decisión de las bases de Podemos sobre su rechazo a la confluencia o su intento de buscar un acuerdo. El partido morado se ha movilizado y la cuestión está polarizando a las bases. La consulta se cerró en la medianoche pasada y el resultado se conocerá hoy tras el voto de cerca de 6.000 inscritos sobre un censo activo de 14.220 .

Si las bases de Podemos apuestan por la confluencia y la dirección del partido mantiene su postura de vetar el partido instrumental, los integrantes de En Marea deberán decidir por qué opción se decantan: o por renunciar a una candidatura conjunta con Podemos y mantener los acuerdos de la asamblea del sábado, lo que acercaría a Luís Villares como candidato a la Xunta, o aceptar la fórmula impuesta por el partido morado, con las dificultades que esto supondría para seducir al juez. Esta segunda opción también generaría fuertes tensiones con Anova, partidaria de respetar la fórmula de partido instrumental, y de los sectores procedentes del BNG, organizados en Foro Galego.