La confección de las listas electorales se le está atragantando a Xoaquín Fernández Leiceaga, y no solo en Pontevedra, y está poniendo a prueba sus opciones de liderazgo en el PSdeG. También hay tensiones, y muchas, entre los socialistas de A Coruña y Ourense. Destaca especialmente el caso de la provincia coruñesa, pues aquí Leiceaga es el cabeza de lista y las alianzas tejidas para que la mayoría de esta circunscripción se decantase a favor de Leiceaga en las primarias han saltado por los aires en apenas tres meses. El resultado es que el candidato socialista a la Xunta no ha logrado colocar a sus afines y tampoco la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, ha conseguido situar en puesto de salida a nadie de su confianza.

Las plazas, sostienen fuentes del PSdeG, han sido copadas por los afines de la dirección provincial, controlada por el Julio Sacristán, alcalde de Culleredo y secretario general del PSOE provincial de A Coruña, y el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, con la reserva del segundo puesto para un próximo a José Luis Méndez Romeu, que fue el rival de Leiceaga en las primarias, y Mar Barcón, de la ciudad de A Coruña.

Los afectados demandan cambios en la candidatura de A Coruña, y advierten de que si no hay integración habrá desmovilización en la campaña de parte del partido. Permanecen a la espera de la propuesta que la gestora del PSdeG envíe a Ferraz y confían que Leiceaga y Cancela propongan cambios en la lista aprobada por el comité provincial de A Coruña. Presionan con el argumento de que la candidatura salió en una asamblea de escasa participación y y con poco más de medio centenar de votos a favor.

La pelota está ahora en el tejado de Leiceaga. ¿Desautorizará a dos de sus aliados para que fuese candidato a la Xunta, Formoso y Sacristán, para exigir una cuota para otros de sus apoyos? El candidato socialista se enfrenta al dilema de pasar por encima de las propuestas de las provinciales y pedir cambios a la dirección federal del PSOE, que es la que debe aprobar las listas, y así acrecentar el malestar en el partido, o aceptar la decisión de las cúpulas provinciales, lo que también le supondrá tensiones con quienes le ayudaron a ganar las primarias y no se sienten representados en las candidaturas o no ven colmadas sus expectativas.

Leiceaga se lo está pensando mucho, y así a Ferraz aún no llegó el informe de la gestora del PSdeG con las propuestas de listas, aunque debía haber sido remitido ya el pasado domingo. En Ourense, también hay cabreo. Dos de los apoyos de Leiceaga han sido relegados a puestos no de salida (Pablo López y Carmen R. Dacosta), mientras próximos a Pachi Vázquez han escalado en la lista. También demandan cambios. Descontentos de A Coruña y Ourense querrían que Leiceaga negociase también en sus provincias, no solo en Pontevedra. Allí, el PSOE provincial le ofrece situar a Patricia Vilán como número dos, pero desde la gestora piden la inclusión también en los ocho primeros puestos de Julio Torrado, Luis Piña y Gonzalo Caballero.